El mecanismo legal para negociar el próximo y crucial convenio colectivo de las fabricas de Renault en España ya está en marcha. Los sindicatos UGT, CCOO y SCP han puesto en marcha el procedimiento para abrir la negociación del nuevo convenio colectivo de Renault España, que afectará a unos 5.000 trabajadores de las factorías de Valladolid, Palencia y Sevilla y las oficinas de Madrid. El objetivo es garantizar un compromiso industrial ligado al proceso de electrificación y la continuidad de la actividad en las plantas españolas. La negociación arrancará con la sombra de las dificultades para cerrar un convenio en Horse, que agrupa las actividades de motores de Renault.
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El actual convenio de Renault, prorrogado tras el acuerdo inicial de 2021-2024, expira el 31 de diciembre de 2025. Para activar la negociación, los sindicatos han procedido a su denuncia formal dentro del plazo legal establecido en el artículo 89.1 del Estatuto de los Trabajadores y en el propio convenio de Renault. Este trámite es necesario para constituir la Comisión Negociadora que abrirá la mesa de diálogo con la dirección.
El secretario general de UGT en Renault España, Adolfo Arnaez, ha explicado a EFE que, aunque todavía no se han detallado las reivindicaciones concretas, las prioridades pasan por “lograr un compromiso industrial y de continuidad de Renault con las plantas españolas, además de avanzar en mejoras salariales y sociales para la plantilla”.
De los híbridos a los eléctricos
En la misma línea, Francisco Sala, secretario de Organización de CCOO en Renault España, ha subrayado que la denuncia del actual convenio es el paso necesario para “iniciar una negociación real y abordar las condiciones laborales”. Sala ha recalcado que este año se abre “otra oportunidad para conseguir un buen convenio colectivo que dé estabilidad y garantías a los trabajadores en un momento clave de transformación”.
El futuro convenio se negociará en un contexto marcado por la transición hacia la movilidad eléctrica, en la que Renault España desempeña un papel estratégico dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Las factorías de Valladolid y Palencia, especialmente, están llamadas a convertirse en centros de referencia en la producción de vehículos electrificados para los próximos años. Tras concentrar la producción de modelos híbridos de Renault, las fábricas de Valladolid y Palencia aspiran ahora a asumir la producción de vehículos 100% eléctricos, que hasta ahora están reservados a las plantas francesas por decisión del anterior CEO, Luca de Meo. El salto de los híbridos a los eléctricos dependerá, según ha venido reiterando el grupo, de la evolución de la demanda y del volumen de producción.
La sombra de Horse
Mientras tanto, los 3.800 antiguos compañeros de Renault que pasaron a Horse, la filial de motores y cajas de cambio de vehículos de combustión e híbridos en la que también participan Geely y Aramco, viven con incertidumbre las dificultades para llegar a un acuerdo sobre su propio convenio colectivo. Tras 10 meses de negociaciones, el 54,6% de los trabajadores de Horse votaron en contra del preacuerdo firmado entre la dirección y los sindicatos CCOO, UGT y SPC. Para impulsar la negociación, la compañía aceptó adelantar el IPC en los salarios de los trabajadores aunque alertó de la incertidumbre sobre las plantas españolas de motores.
En 2021, la dirección y los sindicatos de Renault España pactaron en el nuevo convenio colectivo la formalización de 1.000 contratos indefinidos hasta 2024 y la opción para producir nuevos modelos en las factorías de Valladolid y Palencia. El acuerdo estaba supeditado a la adjudicación de un vehículo adicional al modelo Captur en Valladolid, de la familia de motores HR12, de tres vehículos de la familia XHN para Palencia, una nueva caja de velocidades híbrida en Sevilla, la continuidad de la sede Madrid y de la actividad de ingeniería.
En materia salarial, el convenio colectivo anterior incluyó la congelación salarial en 2021 y 2022, una subida del IPC más 0,5 puntos en 2023 más otro 0,5% por cumplir los objetivos del Plan Renaulution y el IPC más un 1% en 2024. Además, el absentismo computa para una nueva prima de contribución individual que premia a los trabajadores que no falten a su puesto de trabajo.