Los vehículos compartidos son un pilar de la nueva movilidad. La filosofía tiene toda la lógica: racionalizar el uso de los vehículos y, al mismo tiempo, facilitar el acesso a los automóviles. Sin embargo, ese nuevo paradigma tiene también muchos handicaps, como encontrar la rentabilidad de un modelo de negocio en ciernes y los posibles impactos sobre la industria de automoción.
En las últimas semanas hemos asistido a algunas desinversiones significativas en el negocio emergente (supuestamente) del 'carsharing'. BMW y Daimler han dado marcha atrás y han vendido Share Now Stellantis, mientras que Volkswagen ha hecho lo mismo con la venta de WeGo. Son dos síntomas claros de las dificultades que están encontrando los fabricantes de vehículos en rentabilizar la movilidad compartida.
Menos ventas de coches
David Ortega, socio director de movilidad en Improva Consulting, lo puso de manifiesto en un encuentro de concesionarios organizado por Faconauto y Fecavem en Esade. "Las marcas están haciendo pruebas de éxito y error como en el caso de Volkswagen con el carsharing y la compra de Europcar", aseguró para ejemplificar el incierto camino que tiene por delante la nueva movilidad compartida.
Según los cálculos de Improva, el potencial de pérdida de ventas de coches en Barcelona y Madrid por el 'carsharing' rondaría una horquilla del 11% al 15%, equivalente a un valor de unos 5.000 millones de euros. La lógica es que cada vehículo compartido saca de circulación a un número mayor de coches privados de uso exlcusivo por parte de su propietario.
En cambio, el negocio del Car as a Service (Caas) tiene la ventaja de su "conveniencia, comodidad y actualización continua por ir cambiando el vehículos, junto al acceso más fácil". Su consejo para los concesionarios es que pasen de espectadores a líderes del cambio en la movilidad mediante una "fase piloto a pequeña escala" con "una plataforma flexible y multimodal todo en uno y un equipo que sepa gestionarlo".
Transformación en marcha
Entre los seguidores de la intervención de David Ortega se encontraban representantes de numerosos grupos de distribución de vehículos que ya han emprendido el camino recomendado por el expoerto en transformación del automóvil, como los grupos familiares Quadis y Moventis de las familias Soler y Martí, respectivamente.
La receta, teniendo en cuenta los procedentes, es que no se puede correr con la nueva movilidad y que es necesario una apuesta sobre seguro que minimice los riesgos. Tal como dijo David Ortega, un verdadero 'scouter' de las nuevas tendencias de la automoción, el camino de la nueva movilidad está trazado y engloba múltiples modalidades. Ahora solo falta encontrar la fórmula de éxito en cada caso.