Industria

Polestar fabricará en Europa para esquivar los aranceles

La marca sueca-china producirá su futuro SUV Polestar 7 en la planta de Volvo en Eslovaquia para reducir su dependencia de China

Nueva fábrica de Polestar, filial de Volvo, en China

Nueva fábrica de Polestar, filial de Volvo, en China

José Del Barrio

03.07.2025 22:05h

2 min

Polestar acelera su estrategia industrial global para esquivar la barrera de los aranceles que amenaza a los fabricantes chinos de coches eléctricos en Europa y Estados Unidos. La marca premium sueca, controlada por la china Geely, anunció que producirá su próximo modelo, el SUV Polestar 7, en la nueva planta de Volvo Cars en Košice (Eslovaquia).

El nuevo modelo se lanzará en 2028 y forma parte de un memorando de entendimiento firmado entre Polestar y Volvo Cars, ambas compañías del grupo Geely. La fábrica eslovaca de Volvo, cuya producción arrancará en 2026 con una capacidad prevista de 250.000 vehículos anuales, permitirá a Polestar diversificar su red de fabricación y reducir su exposición a los aranceles que penalizan sus exportaciones desde China.

Más producción fuera de China

Polestar afronta actualmente aranceles del 28,8% en Europa para los vehículos eléctricos fabricados en China y superiores al 100% en Estados Unidos, un escenario que complica su rentabilidad y competitividad frente a rivales europeos, estadounidenses y coreanos. Estos aranceles responden a la denuncia de Bruselas de subsidios injustos por parte del Gobierno chino, una acusación que Pekín rechaza frontalmente.

En este contexto, la marca ya está diversificando su producción global. Además de fabricar algunos SUV Polestar 3 en la planta de Volvo en Carolina del Sur (EEUU), empezará a exportar el Polestar 4 a Estados Unidos desde Corea del Sur en la segunda mitad de este año. En cambio, se ha visto obligada a dejar de aceptar pedidos del Polestar 2 en el mercado estadounidense, ya que este modelo sigue produciéndose exclusivamente en China.

Rentabilidad aplazada

Polestar, que todavía no ha logrado beneficios, reconoció a principios de año que su camino hacia la rentabilidad llevará más tiempo de lo previsto y ha decidido retrasar su expansión internacional a la espera de estabilizar su situación financiera. La producción del Polestar 7 en Europa busca ahora asegurar su competitividad a largo plazo, blindar su acceso al mercado europeo y responder a la nueva realidad de la guerra comercial del coche eléctrico.

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