El proveedor del automóvil Grupo Antolin ha cerrado un préstamo sindicado por 150 millones de euros con el respaldo del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y varios bancos para refinanciarse y seguir adelante con sus planes de transformación. La operación, enmarcada en el plan de avales del ICO para empresas con exposición a los aranceles de EEUU, tiene como objetivo reforzar la liquidez y alargar los vencimientos de la deuda.
El préstamo cuenta con condiciones ventajosas, como un plazo de vencimiento de siete años y 18 meses de carencia, y ha sido suscrito por cinco de las principales entidades financieras con las que opera Antolin: CaixaBank, Santander, BBVA —que actúa como banco agente—, Sabadell y HSBC. En la operación ha participado también la firma PwC, que ha asesorado a la compañía.
Esta nueva financiación permite a Antolin extender la vida media de su deuda, aumentar la liquidez disponible y contar con un mayor margen operativo, elementos clave para afianzar su estabilidad financiera en un contexto global marcado por la volatilidad comercial.
Mejora de la eficiencia
La exposición a los aranceles estadounidenses, especialmente sensibles para los proveedores globales con presencia industrial y comercial en ambos lados del Atlántico, ha motivado la participación del ICO, que busca facilitar el acceso al crédito en sectores estratégicos afectados por estas tensiones.
El préstamo se alinea con la hoja de ruta del Plan de Transformación de Antolin, que persigue consolidar un modelo de negocio más eficiente, innovador y sostenible. Gracias a esta estrategia, la compañía ha logrado mejorar su rentabilidad en un entorno desafiante y continúa invirtiendo en nuevas tecnologías y soluciones de valor añadido para el interior del vehículo.
Grupo Antolin logró un beneficio neto de 5,6 millones de euros en el primer trimestre del año, revirtiendo así las pérdidas con las que cerró el ejercicio 2024. Este retorno a la rentabilidad se produce a pesar de un descenso del 5,2% en las ventas, que se situaron en 985 millones de euros, afectadas por la inestabilidad del mercado y la debilidad de la producción mundial de automóviles.
La clave de este cambio de rumbo ha estado en la ejecución del Plan de Transformación que la compañía puso en marcha en los últimos años. Gracias a una batería de medidas centradas en la eficiencia y el control de costes, Antolin ha conseguido mejorar notablemente su rentabilidad operativa. El beneficio operativo bruto (ebitda) creció un 15% interanual, alcanzando los 95 millones de euros, mientras que el margen ebitda escaló hasta el 9,7%, 1,7 puntos más que en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, el beneficio de explotación (ebit) aumentó un 52%, hasta los 35 millones.
Con sede en España, Antolin es uno de los mayores fabricantes de componentes del mundo en su segmento. Cuenta con 120 fábricas en 23 países, una plantilla de 20.000 empleados y una facturación de 4.191 millones de euros en 2024. Sus tres principales unidades de negocio son Techos; Cockpits y Sistemas de Puerta; y Soluciones Tecnológicas.