La matriz estadounidense de la empresa de alquiler de vehículos Hertz tendrá que aplicar recortes para seguir operando y evitar la quiebra. La compañía ha alcanzado un acuerdo con un grupo de acreedores que prevé el pago de 650 millones de dólares (565 millones de euros) a cambio de reducir su flota de vehículos en más de un 35%. El acuerdo le permite rebajar los costes derivados de la depreciación de sus coches inactivos

En un documento presentado ante el Tribunal de Quiebras de EEUU en Delaware se apunta que Hertz y sus acreedores de titulizaciones respaldadas por activos han alcanzado una solución temporal a su disputa que se aplicará al menos hasta final de año. Hertz, que se declaró en bancarrota en mayo, dijo el mes pasado que quería reducir su flota de automóviles en EEUU en más de una cuarta parte, lo que se traduciría en unos 144.000 vehículos. La flota de la compañía de 'rent a car' ha permanecido parada al evaporarse la demanda por culpa de la pandemia.

Depreciación de vehículos

Según el acuerdo provisional, que deberá ser aprobado por el tribunal estadounidense, Hertz se deshará de más de 182.500 vehículos hasta final de año, por lo que su flota quedará en unos 310.000 automóviles. El pacto establece que Hertz pagará 650 millones de dólares hasta final de año al grupo de acreedores, una suma que es más o menos la mitad de lo que el grupo está obligado a pagar por contrato, según ha explicado a Efe Dow Jones una fuente con conocimiento de la situación.

Además, Hertz está intentando conseguir unos 2.000 millones de dólares (1.735 millones de euros) en financiación para ayudar a superar la suspensión de pagos, según ha indicado esa misma fuente. El grupo con el que la compañía ha alcanzado el acuerdo está integrado por Deutsche Bank AG, Bank of New York Mellon Trust, Capital Group, Barings LLC y One William Street Capital Management.