El nuevo impuesto del CO2 en Cataluña está en marcha y el sector lo ve como algo irreversible a estas alturas. Pero es posible darle la vuelta como un calcetín y convertir lo que el automóvil ve como una amenaza en una oportunidad. Hasta el punto de que si la recaudación generada por el nuevo impuesto se reinvirtiera en dar incentivos a la renovación del parque automovilístico, se podrían impulsar 227.000 matriculaciones de coches con bajas emisiones.

La recaudación prevista por el nuevo impuesto sobre el CO2 alcanzaría los 45 millones de euros en 2020 en función del parque automovilístico y las emisiones de esos vehículos en circulación en Cataluña, según las estimaciones que ha hecho la consultora MSI. Esa cifra está muy por debajo de los más de 100 millones que ha estimado la Generalitat como ingresos por el nuevo gravamen.

Plan Renove catalán

Pero, ¿qué pasaría si esa recaudación se reinvirtiera en ayudas a la compra de coches más limpios? Chema López Montoya, director comercial de MSI, ha explicado, en el encuentro de concesionarios Automobile Talks del Gremi del Motor y Fecavem, los efectos positivos que tendría esa alternativa.

Si se pusiera en marcha un plan Renove catalán con esos 45 millones recaudados con una ayuda de 1.000 euros, se podrían sustituir más de 227.000 coches de más de 10 años por otros con menos de 95 gramos de CO2 en un periodo de cinco años, según los cálculos de MSI. Esas 227.000 matriculaciones adicionales equivalen a una renovación del 10% del parque automovilístico catalán, lo que redundaría en una importante reducción de las emisiones de gases y en una mejora de la seguridad vial.

"La Administración no tiene que tener un afán recaudatorio, sino reinvertir ese dinero recaudado por el nuevo impuesto del CO2 para renovar el parque y mejorar la seguridad vial", ha indicado Chema López, que ha calificado el nuevo gravamen de "medida antisocial porque afecta a las clases más bajas que viven fuera de la ciudad, que va a hacer que conducir sea algo de ricos".

Riesgo de agravar la caída del mercado

Además, el experto en prospectiva de mercados ha recordado que "no hay razón para poner en marcha este impuesto porque Cataluña tiene menos CO2 que otras comunidades". En el caso de que el nuevo impuesto no vaya acompañado de un plan Renove, existe el riesgo de que las ventas de turismos nuevos caigan en Cataluña más que el 4% o 5% previsto en 2020 de media en España.

El presidente del Gremi del Motor y de Fecavem, Jaume Roura, ha advertido de que la Generalitat pondrá en marcha el impuesto con efetos retroactivos sobre 2019, lo que aumentará la recaudación. Roura ha criticado esta y otras medidas en contra de los vehículos de combustión nuevos y con emisiones mucho más reducidas que los más viejos al considerar que van contra una gran parte de la sociedad. "Sigo diciendo que me voy a morir con el motor de combustión todavía vivo", ha destacado Roura desinflando la euforia de algunos partidarios de la movilidad eléctrica.