El impacto de la crisis económica provocada por el parón para frenar el coronavirus tendrá una magnitud equivalente a una caída del PIB que puede ir de un mínimo del 6,6% a un 13,6%, según las estimaciones del Banco de España. Con la industria empenzando lentamente la reactivación y pendiente de la reapertura de los concesionarios, la pregunta ahora es cómo será la recuperación del mercado automovilístico y de la economía en su conjunto. Todo apunta a que en España no tendrá forma de V, sino mas bien de una gran U.

El Banco de España calcula que la economía española se contraerá este año entre un 6,6 % y un 13,6 % por el efecto de la epidemia de coronavirus, una caída del PIB "sin precedentes" cuya concreción dependerá de la metodología utilizada y la duración del confinamiento. Asimismo, ve "muy improbable" que se erradique la pandemia a corto plazo y que el actual periodo de confinamiento vaya seguido "de una vuelta rápida y plena a la normalidad". 

 

En un informe publicado este lunes, el Banco de España estima también que el déficit público cerrará este año entre el 7 % y el 11 % del PIB -cuando en 2019 lo hizo en el 2,6 % del PIB- y que la deuda pública se elevará a entre el 110 % y el 120 % del PIB -95,5 % del PIB en 2019-. La institución analiza los efectos sobre la economía de la pandemia en distintos escenarios todavía preliminares, aunque en cualquier caso advierte de que "apuntan a retrocesos del PIB español en 2020 sin precedentes en la historia reciente".

Lo menos malo, lo malo y lo peor

Un primer enfoque, centrado en la oferta, analiza la evolución del PIB en función de la caída de la producción económica y concluye que la contracción oscilará, si el confinamiento dura 8 semanas, entre el 6,6 % (si la actividad se normaliza tras el confinamiento) y el 8,7 % (si no se normaliza hasta fin de año). En caso de que el confinamiento se alargara 12 semanas, la contracción económica ascendería al 13,6 % y se llegaría a final de año sin alcanzar una normalización de la actividad, en especial en las ramas ligadas a la hostelería y el ocio.

Un segundo enfoque, más adecuado para medir el impacto más allá del corto plazo, se basa en la realización de simulaciones conforme al Modelo Trimestral del Banco de España (MTBE), que estudia las principales relaciones de la economía española para comprender los canales de transmisión de la perturbación. Así, apunta que la pérdida de rentas de hogares y empresas implicará una reducción del gasto o el recurso a créditos que conllevarán pagos futuros, al tiempo que la incertidumbre supondrá posponer decisiones de gasto. Conforme a esta metodología, un confinamiento de 8 semanas en el que las medidas adoptadas por el Gobierno eviten la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de empresas supone una contracción económica del 6,8 % este año, seguida de un repunte del 5,5 % en 2021.

En caso de que algunas empresas no lograran superar los problemas de liquidez de esas ocho semanas de confinamiento, el retroceso del PIB sería más intenso, del 9,5 %, seguido de un rebote mayor, del 6,1 % en 2021.

Política económica necesaria

Un tercer escenario, en el que el confinamiento dura 12 semanas y un porcentaje mayor de empresas se ve afectado por problemas de solvencia, se traduce en una contracción del 12,4 % este año y un crecimiento del 8,5 % en 2021.

Estas proyecciones muestran, según el Banco de España, que las actuaciones de política económica "no solo permiten aminorar la profundidad de la recesión en el corto plazo, sino que además deberían favorecer que se alcance un nivel más elevado de PIB y empleo en un horizonte temporal algo más dilatado".

El Banco de España calcula en sus supuestos en unos 6.000 millones de euros el coste de las medidas adoptadas para facilitar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) -a los que se acogerán 3,1 millones de personas-, prestaciones para autónomos -0,9 millones de personas- y por desempleo -0,6 millones de personas-, un cálculo conservador dado que los afectados por ERTE ya rondan los 4 millones y más de un millón de autónomos ya ha pedido la prestación.

En ese contexto macroeconómico, el mercado automovilístico español tardará más en recuperarse del 'shock' causado por la pandemia de coronavirus debido a la "vacilación inicial" y al "retraso" en la implementación de medidas de confinamiento que fueron "parcialmente inconsistentes", lo cual obligará al Gobierno a imponer medidas "más drásticas" más adelante.

Recuperación tardía en automoción

Así se desprende del estudio 'El impacto del Covid-19 en la industria automovilística en el mundo', elaborado por la consultora Bain&Company, que señala que la recuperación de las ventas de vehículos dependerá de las actuaciones realizadas por cada país.

Así, países como China y Corea del Sur llevaron a cabo acciones inmediatas y "consistentes", por lo que el impacto tendrá forma de 'V', lo que hará que la recuperación sea más rápida. Otros países como Alemania o Francia retrasaron las medidas de confinamiento, por lo que registrarán más infectados y esto alargará en el tiempo la recuperación, que será en forma de 'U'. Por su parte, España, Italia, Estados Unidos o Reino Unido estarán en una situación peor.

"La vacilación inicial y la implementación tardía y parcialmente inconsistente de las medidas de bloqueo requerirán de medidas aún más drásticas más adelante, lo que extiende el periodo de recuperación", explica el estudio, que señala que la recuperación será en forma de 'U' extendida en estos países, incluyendo a España.

El documento tiene en cuenta, al igual que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que la recesión provocada por el coronavirus será del mismo nivel o superior a la de la crisis financiera de 2008, con las respectivas implicaciones para el mercado, en particular para el segundo trimestre de 2020.

Incentivos del mercado

Dada la información actual, el informe elaborado por Bain&Company prevé que el escenario de "desaceleración prolongada" es el más probable, con una caída de las ventas de automóviles en todo el mundo del 29%.

Sin embargo, este descenso se contendrá en función de las medidas que los diferentes gobiernos tomen para incentivar el mercado. "Cuando antes se tomen, mejor se amortiguará el retroceso", ha subrayado la consultora.

Por otra parte, Bain&Company ha aconsejado a las compañías del sector que además de tratar de gestionar la crisis de forma inmediata, las empresas deben trabajar para superar las barreras estructurales y reconsiderar su posicionamiento estratégico, por ejemplo a través de fusiones o adquisiciones. "De esta forma, las empresas y los países enteros podrán salir de la crisis aún más fortalecidos", recoge el documento.