Toyota Motor Corporation confirma su posición como el fabricante más sólido de la industria mundial del automóvil tras presentar los resultados correspondientes al primer semestre de su ejercicio fiscal 2026 (abril-septiembre de 2025). En un contexto marcado por la recesión europea, la desaceleración china y las tensiones comerciales en Estados Unidos, el gigante japonés ha logrado mantener un crecimiento sostenido y reforzar su rentabilidad. Como resultado, ha revisado al alza sus previsiones de ganancias.


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Durante los seis primeros meses del ejercicio 2025-2026, Toyota ha anunciado unos ingresos de 147.000 millones de euros y un margen bruto de 14.800 millones de euros. El grupo vendió 5,3 millones de vehículos en el primer semestre, de los cuales 2,2 millones fueron híbridos. Precisamente, la motorización híbrida no enchufable, que sigue siendo la piedra angular de su estrategia de transición energética, creció un 7,2% interanual.

En Estados Unidos, su principal mercado, las matriculaciones aumentaron un 15%, y en Europa, un 7,4%, impulsadas por la fuerte aceptación de modelos como RAV4, Corolla y Yaris Cross. Pese a la mejora de las ventas en EEUU, Toyota registró unas pérdidas de 754 millones de euros. Al inicio de la guerra arancelaria, Toyota reconoció que perderá hasta 1,4 billones de yenes (8.145 millones de euros) en su año fiscal 2026 a causa de los aranceles impuestos por Donald Trump. Tras el acuerdo de EEUU con Japón, esas previsiones se han suavizado.

Previsiones positivas de Toyota

Con estas cifras encima de la mesa, Toyota se atreve a vaticinar una facturación total cuando cierre su año fiscal en marzo de 2026 de 291.700 millones de euros, lo que supondría un incremento de 5.700 millones respecto al mismo periodo anterior. El beneficio operativo se situaría entonces en 20.200 millones de euros, un 6% por encima de sus anteriores previsiones. mientras que el resultado neto ascendería a 17.400 millones, equivalente al 6% de los ingresos totales, una rentabilidad que sigue siendo referencia en el sector. Además, Toyota prevé cerrar su ejercicio fiscal con un aumento del 4,7% en la producción y alcanzar 9,8 millones de unidades fabricadas antes del 31 de marzo de 2026.

Kenta Kon, director financiero del grupoToyota, ha subrayado que “la demanda global sigue superando la capacidad de entrega”, lo que refuerza la confianza en las previsiones anuales a pesar del impacto de los aranceles estadounidenses y de los tipos de cambio desfavorables. Estos factores podrían suponer un coste adicional de unos 8.600 millones de euros, parcialmente compensado por ahorros de 5.400 millones derivados de eficiencias internas y control de costes.

Toyota atribuye su estabilidad a una estrategia centrada en la robustez de su cadena de suministro y en una diversificación geográfica sin precedentes. Su red de proveedores, protegida de los vaivenes económicos, y la apuesta por la tecnología híbrida —iniciada hace casi tres décadas con el primer Prius— le han permitido mantener márgenes y reputación incluso frente al auge del vehículo eléctrico puro.