Tesla ha otorgado a su consejero delegado, Elon Musk, un paquete de acciones valorado en 29.000 millones de dólares con el objetivo explícito de retener al empresario al frente del grupo en un momento de transición estratégica. El anuncio se produce meses después de que un tribunal de Delaware anulara su anterior plan de compensación, cifrado en más de 50.000 millones de dólares, por considerarlo injusto para los accionistas. Y coincide con una fuerte caída en las ventas y los resultados de Tesla tras la entrada de Musk en el Gobierno de Donald Trump.

El nuevo paquete aprobado por la compañía contempla la asignación de 96 millones de acciones, que Musk podrá ejecutar si permanece al menos dos años en un “puesto de alta dirección” dentro de Tesla. No obstante, esta adjudicación solo será efectiva si la empresa no gana el recurso interpuesto ante el Tribunal Supremo de Delaware para restaurar el paquete original de 2018.

Tesla defiende que Musk es esencial

“Hoy, Tesla se encuentra en un punto de inflexión crítico que tiene el potencial de generar un valor extraordinario y continuo para los accionistas. Gracias a la visión y el liderazgo único de Elon, Tesla está evolucionando [...] para convertirse en un líder en inteligencia artificial, robótica y servicios relacionados”.

El paquete pretende aplacar el descontento de Musk, quien había expresado públicamente su deseo de controlar una mayor parte de la compañía, en un contexto de creciente presión competitiva y caída de ventas.

Entre robotaxis, humanoides y tensiones políticas

La visión de Musk para Tesla va más allá del automóvil eléctrico. El magnate ha insistido en que el futuro de la empresa pasa por una plataforma de robotaxis autónomos y la creación de robots humanoides, lo que obliga a centrar recursos en IA y desarrollo avanzado, más allá del negocio tradicional.

A pesar de esa apuesta tecnológica, Tesla enfrenta desafíos inmediatos: las ventas de vehículos han bajado por la creciente competencia, una gama de productos que necesita renovación, y las polémicas políticas de Musk, que han generado rechazo en ciertos sectores del mercado estadounidense.

Las acciones de Tesla han caído cerca del 20 % en lo que va de año, aunque tras el anuncio de hoy experimentaron una subida del 2,3 % en la preapertura bursátil.