Stellantis tira la toalla con los vehículos de hidrógeno justo antes de poner en marcha fuertes inversiones. El grupo automovilístico, que desde hace poco dirige Antonio Filosa, ha decidido poner fin a su programa de desarrollo de tecnología de pila de combustible de hidrógeno ante la falta de perspectivas económicas viables para este mercado.
La multinacional automovilística ha confirmado que no lanzará este año su anunciada gama de vehículos comerciales Pro One propulsados por hidrógeno, cuya producción en serie estaba programada para comenzar este verano en Hordain (Francia) y Gliwice (Polonia).
"El mercado del hidrógeno sigue siendo un segmento de nicho, sin perspectivas de sostenibilidad económica a medio plazo", explicó Jean-Philippe Imparato, Chief Operating Officer for Enlarged Europe de Stellantis. Según la compañía, la escasa infraestructura de repostaje, los altos requisitos de capital y la necesidad de incentivos de compra más sólidos para los consumidores hacen inviable anticipar la adopción de vehículos comerciales ligeros de hidrógeno antes de finales de la década.
Inversiones en híbridos y eléctricos
En un comunicado, Stellantis justificó la decisión en un contexto marcado por la presión regulatoria de CO2 en Europa y la necesidad de concentrar recursos: “Debemos tomar decisiones claras y responsables para asegurar nuestra competitividad y cumplir con las expectativas de nuestros clientes con nuestra ofensiva de vehículos eléctricos e híbridos, tanto de pasajeros como comerciales ligeros”, subrayó Imparato.
La paralización del programa no supondrá recortes de personal en las plantas afectadas, ya que sus actividades se redirigirán a otros proyectos industriales. Asimismo, Stellantis ha iniciado conversaciones con los accionistas de Symbio –la empresa conjunta especializada en hidrógeno– para evaluar el impacto de la situación del mercado y garantizar los intereses de todas las partes implicadas.
Con este movimiento, Stellantis se suma a la lista creciente de fabricantes que reducen su apuesta por el hidrógeno como solución de movilidad inmediata y refuerza su estrategia centrada en la electrificación de sus gamas de pasajeros y comerciales. La marcha atrás en el hidrógeno llega cuando Antonio Filosa pretende acelerar las medidas para recuperar rentabilidad perdida en la última etapa de su antecesor como CEO, Carlos Tavares, que fue despedido de forma fulminante a final de 2024.