El sector del automóvil español mira con envidia a sus colegas de Alemania. El presidente de Anfac y de Seat, Wayne Griffiths, ha pedido esta semana a Pedro Sánchez que siga los pasos de su homólogo Olaf Scholz, tanto en la mejora del clima del Gobierno con la automoción y en la puesta en marcha de medidas eficaces para impulsar las ventas de vehículos electrificados.

Griffiths conoce bien el modelo alemán que defiende importar a España. En lo inmediato, el presidente de Anfac reclama a Sánchez una cumbre con el sector del automóvil y la movilidad como la que convocó Scholz el 10 de enero. Y en el fondo, Griffiths pide al Ejecutivo español pasar de las medidas "cosméticas" a las acciones prácticas, ambiciosas y de eficacia probada.

"Yo creo en la industria y en este país. La primera prioridad tiene que ser recuperar el mercado y la producción. La segunda es actuar valientemente en la electrificación y no dejar ni un minuto más. En 2023 no podemos perder otro año", advirtió Wayne Griffiths en una comparecencia ante la prensa en la sede de Anfac en Madrid.

Pedro Sánchez recibe al presidente de Anfac, Wayne Griffiths / MONCLOA

La plataforma de Olaf Scholz

Olaf Scholz y los ministros de Economía, Transporte y Trabajo convocaron el día 10 de enero, con cierta discreción e incluso sin fotos, una reunión de trabajo que denominó como "plataforma de estrategia" enfocada al diálogo con el tejido productivo y social y que ha anunciado que, a partir de ahora, se reunirá periódicamente.

En ese encuentro con el canciller se encontraban directivos de los grupos automovilísticos alemanes (Volkswagen, Mercedes y BMW), así como Tesla, es decir, las empresas con fábricas en territorio alemán. Además estaban representadas empresas y asociaciones de producción de baterías y movilidad.   

En España, aunque Anfac asegura que la relación con la Moncloa y el Gobierno es buena, el sector echa de menos un canal de diálogo más regular y que se pasen de las buenas palabras a los hechos con medidas eficaces. Un ejemplo de los problemas de la movilidad eléctrica en España y de las diferencias con el modelo alemán son los incentivos a la compra de coches eléctricos y a la instalación de puntos de carga.

El plan Moves 2 de España da 7.000 euros a los compradores de un coche eléctrico, pero bastantes meses después de la compra y tras una complicada solicitud que tiene que gestionar el cliente en su comunidad autónoma. Además, los 7.000 euros se pueden quedar en algo más de 5.000 euros netos después de la tributación por IRPF. 

Electrificación en Alemania y España

En cambio, Alemania da 10.000 euros de entrega inmediata por los que no hay que tributar por adquirir un turismo eléctrico, incluso teniendo en cuenta que la renta media alemana supera a la española. El resultado es que las matriculaciones de turismos eléctricos e híbridos enchufables han escalado hasta el 26,2% de todo el mercado automovilístico en Alemania mientras que en España crece a menor velocidad y se encuentra en el 9,2%.

A la espera de que puedan llegar las medidas inspiradas en el modelo alemán, España juega en la segunda división de la electrificación en Europa.