Nuevo golpe de efecto el dominó de directivos en el sector de automoción. Luca de Meo, uno de los ejecutivos más influyentes de la automoción europea, abandonará Renault y el automóvil para asumir el timón de Kering, el grupo francés de lujo propietario de marcas icónicas como Gucci, Saint Laurent y Balenciaga, según la prensa del país vecino. Renault anunció este domingo, mediante un comunicado, la dimisión de su director general, que se hará efectiva el 15 de julio de 2025. El anuncio tiene lugar poco después de que se haya cerrado el proceso de nombramiento del nuevo CEO de Stellantis, un puesto para el que Luca de Meo fue un firme candidato. Finalmente, Stellantis optó por la opcion continuista interna con Antonio Filosa.
Cinco años después de llegar a la sede de Renault en Boulogne-Billancourt para rescatar la firma del rombo tras la era de Carlos Ghosn y una pérdida récord de 8.000 millones de euros, De Meo da por cumplida su misión de dar la vuelta a la situación de la compañía. Hace solo unas semanas, Luca de Meo indicaba, en la presentación de un libro con su visión del automóvil en Barcelona, que le motivaban los retos y que todavía tenía trabajo por hacer en Renault.
"Llega un momento en la vida en que uno sabe que el trabajo está hecho", indicó ahora De Meo para justificar su marcha de Renault. "Por eso he decidido que es hora de ceder el testigo. Dejo una empresa transformada, preparada para el futuro, para aplicar mi experiencia a otros sectores y embarcarme en nuevas aventuras", añadió.
El reto de Gucci y el imperio Pinault
Renault anunció la "decisión de dimitir" de Luca de Meo para "afrontar nuevos retos fuera del sector automovilístico" a través de un comunicado publicado en la tarde del domingo. El consejo de administración que preside Jean-Dominique Senard expresó su agradecimiento al directivo italiano por "la recuperación y transformación del Grupo Renault".
"Bajo su liderazgo, nuestra empresa ha recuperado una base sólida, cuenta con una impresionante gama de productos y ha reanudado su crecimiento. Además de ser un líder excepcional en la industria, Luca de Meo es también una persona creativa, comprometida, apasionada e inspiradora. Hoy, toda la empresa se une a mí para agradecerle todos estos años y todos los retos colectivos superados con éxito", destacó Jean-Dominique Senard. Entre esos retos se encontraba la búsqueda de una salida para las turbulentas relaciones con Nissan, en la que Renault ha reducido su participación en una retirada en varias fases.
Luca de Meo, en la presentación de su nuevo libro
Su nuevo desafío le lleva a un sector inédito para él: el lujo, donde François-Henri Pinault, presidente de Kering, busca reflotar el grupo tras los reveses sufridos en Gucci, su marca insignia. Aunque Kering no ha confirmado oficialmente el fichaje, la información publicada por Le Figaro no ha sido desmentida.
De Meo, de 56 años, ha dedicado toda su carrera al automóvil, su pasión desde niño. Dio sus primeros pasos precisamente en Renault, en los años noventa, para luego forjarse en Toyota, Fiat y Volkswagen. En Fiat resucitó Abarth y relanzó el mítico 500; en Seat, creó la marca Cupra; y en Renault, lideró la «Renaulution», la hoja de ruta para sanear cuentas, reforzar la alianza con Nissan y apostar por la electrificación, con hitos como el renacer eléctrico del icónico Renault 4L.
Sucesor de Luca de Meo en Renault
Su salida deja abiertas varias incógnitas en la cúpula de Renault. Según fuentes cercanas, Denis le Vot, director de Dacia, parte como principal favorito para sucederle, aunque Josep Maria Recasens, mano derecha de De Meo, también figura en las quinielas. El presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, ya ha activado el plan de sucesión para evitar sobresaltos. El fabricante francés asegura que confía en el actual equipo directivo para continuar la transformación. Sin embargo, la salida de De Meo se produce antes de la presentación del próximo plan estratégico, prevista para noviembre, lo que añade presión para mantener el rumbo.
El fichaje de un líder del automóvil para pilotar un conglomerado de lujo es un movimiento poco habitual en la industria europea. De confirmarse, la llegada de De Meo a Kering supone una apuesta por un perfil innovador, audaz en marketing y capaz de revitalizar marcas históricas, justo lo que el grupo necesita tras varios años de resultados decepcionantes y dudas sobre su futuro.