La caída de la demanda de vehículos eléctricos en Estados Unidos ha puesto fin a una de las mayores alianzas industriales del sector. El fabricante surcoreano de baterías SK On anunció que disolverá su empresa conjunta con Ford Motor para la gestión de tres gigafactorías de baterías en el país, lo que supone un giro estratégico para ambas compañías en pleno enfriamiento del mercado eléctrico.
La separación implica un reparto de activos: una filial de Ford asumirá el control total de las dos plantas situadas en Kentucky, mientras que SK On tomará la propiedad completa de la planta de Tennessee, cuya fecha de inicio de producción queda ahora “flexible”, según explicó la compañía, debido al proceso de transición.
La alianza, creada en 2022 con una inversión conjunta de 11.400 millones de dólares, iba a ser uno de los pilares del abastecimiento de baterías para el mercado estadounidense. Pero la desaceleración en las ventas de eléctricos y la pérdida de subsidios —incluido un crédito fiscal de 7.500 dólares por coche que expiró el 30 de septiembre— ha obligado a las compañías a revisar su estrategia. El propio consejero delegado de Ford, Jim Farley, advirtió en septiembre que las ventas de eléctricos podrían caer hasta un 50% tras el fin del incentivo fiscal.
SK On entra en otros sectores
SK On, filial de SK Innovation y proveedora de grupos como Hyundai y Kia, acumula ya varios trimestres de presión financiera. Entre julio y septiembre registró una pérdida operativa de 124.800 millones de wones (unos 85 millones de dólares), casi el doble que en el trimestre anterior, debido a la ralentización de los envíos de baterías para vehículos eléctricos.
La reestructuración empresarial, afirma la compañía, permitirá mejorar su estructura financiera mediante la reducción de deuda y un recorte sustancial de costes fijos. La firma orientará más recursos hacia su negocio en rápido crecimiento: los sistemas de almacenamiento de energía (ESS), un segmento impulsado por la demanda de centros de datos y operadores de gran consumo energético.
En septiembre, SK On firmó un acuerdo con la estadounidense Flatiron Energy Development para suministrar baterías LFP destinadas a sistemas de almacenamiento, un movimiento que forma parte de una tendencia más amplia entre los fabricantes surcoreanos. Grupos como LG Energy Solution y Samsung SDI también están reutilizando líneas de producción de baterías para coches eléctricos con el fin de abastecer el mercado de almacenamiento, que emerge como refugio ante el fin progresivo de los subsidios estadounidenses.