Las empresas españolas dispondrán en los próximos días de un sistema de alertas creado por la CEOE para estar al tanto de las convocatorias que pondrán en marcha los ministerios para optar a los fondos europeos de reconstruccion Next Generation EU. Es una muestra del gran interés despertado por las ayudas en plena crisis económica y sanitaria, que ha convertido el plan Marshall europeo en una especie de maná que va camino de desbordar el presupuesto disponible. 

Han comenzado a aparecer proyectos hasta debajo de las piedras por parte de empresas, grupos empresariales, patronales y adminstraciones. Una buena parte de esos proyectos corresponden a la industria de automoción y al sector del automóvil. A España le corresponden cerca de 72.000 millones de euros en ayudas directas en el primer tramo de los fondos europeos de reactivación económica hasta 2023. En el segundo tramo también habrá disponibles ayudas en forma de créditos hasta alcanzar un montante global de 140.000 euros.

El sector industrial se ha convertido en un ejempo del desbordamiento que se avecina por un efecto llamada de lo que el secretario general de Industria y Pymes, Raül Blanco, ha calificado de "cantidad excepcional" que supone "un reto para llevar a cabo los proyectos y ejecutar el presupuesto, pero también una oportunidad histórica de salir de la crisis y acelerar transformaciones e inversiones". 

Presupuestos desbordados

El capítulo de la industria concentra unos 2.800 millones en ayudas directas y el de las pymes, otra cantidad igual. Sin embargo, los primeros indicios apuntan a que las solicitudes que se presentarán rebasarán ampliamente el presupuesto disponible.

El Ministerio de Industria recibió 750 proyectos en el procedimiento denominado de manifestaciones de interés, un sondeo como paso previo a las convocatorias oficiales apra asignar los fondos. El equipo de Raül Blanco ha tenido trabajo analizando y cuantificando todos esos proyectos, que suponen una inversión que ronda los 40.000 millones de euros, según las últimas estimaciones de la Secretaría General de Industria. 

"Ojalá tengamos muchos proyectos para asignar los fondos. Sería una noticia muy buena", ha indicado Raül Blanco en un reciente encuentro con periodistas. La alternativa opuesta, la escasez de candidaturas para lograr las subvenciones, sería mucho peor. 

Pugna por las ayudas

La pugna por conseguir los fondos parece que va a ser dura a juzgar por la abundancia de solicitudes y el desbordamiento del presupuesto. Otro ejemplo son los 27 proyectos seleccionados por la Generalitat de Cataluña que suman un presupuesto estimado de 41.467 millones. Entre esos proyectos hay creación de un 'hub' para producir y reciclar baterías por 6.869 millones.

Para el secretario general de Industria, los proyectos anunciados por la Generalitat catalana en un acto de "propaganda" en medio de la campaña electoral son un ejemplo de la "confusión" existente en relación con las peticiones de ayudas y sus destinatarios. En ambos casos corresponde a las empresas y no a otro tipo de entidades como patronales, asociaciones o adminstraciones. 

La maquinaria administrativa se pondrá en marcha con la convocatoria de las ayudas a medida que se aproxime el verano, según Blanco, que prevé que 2021 sea "un año de tramitación", por lo que los fondos desembolsados en este ejercicio serán muy bajos. La inyección fuerte se producirá en 2022 y 2023.

La recuperación económica depende de las vacunas y de los fondos europeos, que pueden actuar como un turno con tres puntos de crecimiento del PIB del 12,5% que prevé BBVA Research hasta 2022.