En la presentación del nuevo presidente de Seat, Wayne Griffiths, había un enigma. Un flamante Cupra Formentor, un modelo que todavía no se puede ver en la calle, estaba aparcado en el paseo de Gràcia de Barcelona, a las puertas de Casa Seat. ¿Estará ahí para que Wayne Griffiths se haga una foto con el próximo modelo que lanzará el grupo español del consorcio Volkswagen? 

Mientras se despejaba la incógnita, el nuevo SUV coupé con color exclusivo Petrol Blue atraía las miradas de las personas que se cruzaban en su camino. En el interior de Casa Seat, Herbert Diess demostraba que es un presidente de Volkswagen que rompe los moldes del estereotipo alemán. haciendo gala de su conocimiento del castellano cultivado en su etapa en la fábrica de Robert Bosch en Treto (Cantabria), donde tiene casa. 

Fue sincero al asegurar que el puesto de presidente de Seat está muy cotizado dentro del grupo Volkswagen como destino para sus directivos. Hasta hace unos años, Seat se caracterizó más como destino de directivos antes de su jubilación, pero en los últimos años no ha sido así. Solo hay que ver el último caso, que fue un trampolín para que Luca de Meo diera el salto a consejero delegado de Renault

Promoción interna insólita

Diess ha roto moldes también al elegir la promoción interna al ascender a Griffiths de vicepresidente comercial a máximo directivo de Seat​. Desde 1994, cuando empecé a informar sobre Seat y la automoción, no recuerdo un caso similar. Lo habitual en Seat era que el despacho de presidencia fuera una pista de aterrizaje de esos directivos en sus últimas horas antes del retiro o de otros con aspiraciones en el grupo o en el sector de automoción. 

Las cosas han cambiado, y para bien. El conocimiento de la marca Seat, del entorno y de la compañía son puntos a favor de Wayne Griffiths, junto a la energía que destacaba Diess como argumento para decantarse por la promoción interna y descartar otros candidatos del grupo. 

Un Cupra Formentor especial

Con la interrupción brusca provocada por la pandemia, Seat ha demostrado a Diess que también ha cambiado y que se ha convertido en un contribuyente a los resultados del grupo con una gama que se ha  ampliado y que tiene vida propia como demuestra el Cupra Formentor. En unos años, Seat ha pasado de ser una asignatura pendiente para presidentes anteriores a convertirse en una marca autosuficiente y con potencial. 

Herbert Diess resovió la incógnita sobre el Cupra Formentor. Para envidia del resto de marcas del grupo alemán, el nuevo modelo lo llevó al aeropuerto de Barcelona y se convertirá en su nuevo coche oficial para acudir a su despacho en los viejos edificios de ladrillo de Volkswagen en Wolfsburg.