La industria de automoción en España avanza en su transformación con compromiso y determinación, pero también con señales de alerta que no pueden ignorarse. Los resultados del estudio Auto Mobility Trends 2025 muestran que una parte significativa de las empresas del sector prevé aumentar sus inversiones este año. Esto refleja su voluntad de innovar, pero también la urgencia de generar condiciones que mantengan a España como destino atractivo frente a una competencia global cada vez más exigente. 


Artículo publicado en Auto Mobility Trends 2025Descarga en este enlace el Barómetro


En este contexto, el sector de proveedores de automoción, formado por más de 1.000 empresas que generan 325.200 empleos y representan más del 75 % del valor del vehículo, constituye un pilar estratégico que también sigue apostando por la I+D+i y la sostenibilidad económica, social y ambiental. 

Pese a los márgenes ajustados, los volúmenes bajos de producción, la incertidumbre regulatoria y la creciente competencia global, en 2024 el sector de componentes mantuvo su facturación por encima de los 41.000 millones de euros y destinó más de 2.700 millones a invertir en capacidades productivas e I+D+i, aunque con ligeros descensos respecto al año anterior que evidencian la necesidad de una respuesta institucional clara. En términos de empleo, el sector proyecta estabilidad y la incorporación de nuevos perfiles profesionales más tecnológicos.

Un marco regulatorio realista

Desde SERNAUTO, insistimos en que esta transición requiere una política industrial firme, ambiciosa y estable, que apoye a las empresas, especialmente pymes, en su adaptación tecnológica. Es fundamental reforzar la colaboración público-privada, activar la demanda mediante planes de renovación del parque, mejorar márgenes operativos, agilizar el acceso a financiación y avanzar hacia una autonomía estratégica real en Europa.

Asimismo, necesitamos un marco regulatorio realista y coherente que aporte certidumbre y atraiga inversiones que impulsen la innovación y aseguren la competitividad de nuestras empresas.
Nuestra industria ha demostrado su resiliencia, pero no podemos dar por sentado su liderazgo. Para consolidarlo, es urgente poner en marcha medidas eficaces y coordinadas que refuercen el posicionamiento de los vehículos y componentes “Made in Spain” como motor de empleo, innovación y sostenibilidad.