Estamos en la última semana automovilística del año: tras esto sólo nos quedará el crudo invierno (sin coches ni motos) y el Podcast Técnica Fórmula 1, para seguir informados y preparándonos para un 2026 que se anuncia movido en todas las categorías. Pero aún queda lo último, y en este segundo episodio de la semana nos preparamos para un final de infarto de la temporada de F1 del que saldrá el nuevo campeón.
El espectáculo lo dará el Mundial, no el circuito
En cuanto a preferencias, el circuito de Abu Dhabi divide opiniones: para algunos es un trazado interesante por su mezcla de curvas y rectas, mientras que para otros no destaca especialmente en cuanto a espectáculo.
Pero, sea como sea, el circuito de Yas Marina acogerá un final que se presenta vibrante, con características técnicas muy particulares y una elección de neumáticos (C3, C4 y C5) que condicionará el comportamiento de los equipos en un trazado moderadamente exigente para los frenos.
Desde el punto de vista técnico, el circuito reúne nueve puntos de frenada por vuelta, aunque solo dos superan los dos segundos de uso continuo del freno, siendo la curva más exigente la 6. En cuanto al nivel de exigencia, Yas Marina recibe una calificación media (3/5) en dificultad global para el sistema de frenado.
Lo más importante: la configuración del coche requiere un equilibrio entre tracción en zonas lentas y eficiencia aerodinámica en las rectas.
¿Resurgirá Ferrari?
Después de la debacle de las últimas pruebas, no podemos por menos que recordar que Ferrari rozó la victoria la temporada pasada en Abu Dhabi, con Lando Norris ganando la carrera y Sainz y Leclerc completando el podio. Eso sí, a pesar de sus múltiples presencias en el podio (12 en total), Ferrari sigue sin conseguir ganar aquí.
Ogier iguala a Loeb
El Mundial de Rallies se ha decidido. Y lo ha hecho como lo hará la Fórmula 1: en la última prueba y de forma caótica. Nueve títulos Mundiales para Ogier, que iguala a su compatriota (y tocayo) Loeb. Una gesta excepcional, aunque la victoria final del rally quedó en manos de Neuville y Hyundai.
Y este “episodio final” fue eso, despedida y cierre para dos figuras importantísimas. Rovanperä y Tänak cerraron ciclos más que brillantes dentro del campeonato, dejando sensaciones agridulces en medio de un rally que no estuvo a la altura del cierre de un Mundial y estas despedidas.
Y menuda locura de prueba, una auténtica lotería de pinchazos y problemas, que, sin duda, deslució el final del campeonato. Esos problemas condicionan la pureza de las pruebas.
Aunque el rally en cuanto a imágenes y tramos es muy bonito, eso sí, sin fanáticos en las cunetas, que no existen en ese país. Es lo que tiene llevar el campeonato a estos lugares desérticos, desconectados totalmente de la afición, pero llenos de billetes. Aunque rentable, el coste emocional de estas decisiones es evidente.