Otra semana sin F1, pero la verdad es que hemos estado bien distraídos viendo a Verstappen arrasar en Nurburgring en los GTs – cosa que tratamos en este primer episodio de la semana del Podcast Técnica Fórmula 1 – amén del memorable y emocionante campeonato del mundo de Marc Márquez, la Nascar en Kansas (Hollywood casino 400) y el Mundial de Rally Raid que pasaba por Badajoz y Portugal, entre otras muchas competiciones.

Marina Bay: un circuito infernal

El caso que la inanición de F1, lo que más nos apasiona a casi todos los que hacemos y escuchamos el podcast, se acaba esta semana con una carrera que vuelve a generar mucha expectación: Singapur. Una carrera nocturna pata negra, en un circuito infernal, rodeado de arquitecturas futuristas, que a mí casi siempre me ha agradado mucho. Y digo expectación porque quiero comprobar dónde está Red Bull y Verstappen, que puede ser un incordio genial en la lucha por el mundial entre los dos pilotos de McLaren.

Singapur representa un reto extremo por múltiples factores. En lo físico, los pilotos afrontan condiciones extremas de humedad —superior al 70 %— y temperaturas constantes entre 24 y 31 °C, que pueden provocar una pérdida de hasta tres kilos de peso durante la carrera. 

A ello se suma la naturaleza sinuosa del trazado, con pocas oportunidades de descanso y una alta exigencia en el uso de frenos y neumáticos. Según Brembo, Marina Bay es uno de los circuitos más duros para los sistemas de frenado, con 11 zonas de frenada por vuelta y deceleraciones superiores a 4 g en varias curvas, destacando la curva 7, donde los pilotos deben aplicar hasta 151 kilos de fuerza sobre el pedal.

Una carrera que ya es un clásico

La carrera se disputa de noche desde 2008, lo que aporta una atmósfera única y un desafío añadido: la iluminación artificial refleja en el asfalto y en las viseras, dificultando la precisión en las referencias de frenada. 

Además, al encontrarse tan cerca del ecuador, la temperatura no desciende significativamente al caer la noche, a diferencia de otros circuitos nocturnos como Abu Dabi o Yeda. A esto se suma la amenaza de tormentas eléctricas, que pueden alterar por completo las condiciones de pista.

Una sola constante, los neumáticos

En cuanto a neumáticos, Pirelli mantiene la misma selección de 2024: C3 (duro), C4 (medio) y C5 (blando). Los compuestos medio y duro serán protagonistas, aunque el blando podría ser decisivo en salidas o reinicios tras coche de seguridad. El estrés térmico es la principal causa de degradación, por lo que la gestión será clave. La edición anterior mostró una preferencia general por los medios, con estrategias de una sola parada como opción más rápida.

El circuito mide 4,940 km y cuenta con 19 curvas tras la modificación de 2023, que eliminó una chicane para añadir una recta de 400 metros y facilitar adelantamientos, aunque siguen siendo poco frecuentes. 

La clasificación, tremendamente importante

La importancia de la clasificación es enorme: en dos tercios de las ediciones el ganador salió desde la pole, lo que refuerza el peso de la sesión del sábado. Históricamente, Vettel lidera con cinco victorias, seguido por Hamilton con cuatro. Ni Verstappen ni McLaren han conquistado aún este trazado, lo que añade interés al duelo por el título.

Además, este fin de semana podría coronar a McLaren como campeón de constructores, ya que solo necesita 13 puntos más para asegurar matemáticamente el título. Con todos estos ingredientes —condiciones extremas, alta exigencia técnica y una lucha por el campeonato en juego—, el GP de este año puede ser una de las mejores carreras de la temporada.