La cancelación del Mobile World Congress de Barcelona en febrero de 2020 fue la primera señal de alarma para las ferias presenciales. Después de esa decisión llegó una cascada de suspensiones que afectaron de lleno al sector de automoción. El Salón del Automóvil de Ginebra fue el primero en cancelar su celebración un fin de semana antes, cuando estaba todo montado. Después cayeron los salones de Detroit, de París, de Tokio, Ginebra de nuevo, Nueva York, Tokio otra vez... El único refugio fue el Salón de Shanghai. Pero la nueva normalidad se abre paso, aunque sea a trompicones y con profundas reformas, con la vuelta de los salones del automóvil de gran formato a Europa con Múnich y Barcelona

El salón del automóvil de Múnich, organizado por la patronal de fabricantes de Alemania (IAA), supone mucho más que la vuelta de los eventos feriales del motor a Europa. Es el primer salón que se celebra en esta ciudad, que toma el relevo de la de Frankfurt después del portazo que se dieron mutuamente la patronal y el ayuntamiento en 2019 por las discrepancias sobre el rumbo de la industria automovilística y de la velocidad sobre la transición ecológica.

Nuevo formato en Múnich

Tras el divorcio entre Frankfurt y la IAA, la ciudad de Múnich, sede de BMW, logró la asignación para organizar un salón de nuevo cuño que se ha tenido que adaptar al nuevo contexto tras el confinamiento y las medidas de prevención ante las sucesivas olas de la pandemia de coronavirus. Por ello, el nuevo salón de Múnich será más pequeño que el de Frankfurt, tendrá varios escenarios diseminados por espacios de la ciudad, durará menos días y tendrá la presencia de menos fabricantes de automóviles pero de más empresas proveedoras y relacionadas con la movilidad. 

Al mismo tiempo, el IAA Munich tendrá más contenido y propuestas para debatir, analizar y diseñar la movilidad del futuro bajo un concepto abierto más allá de la industria de automoción. "IAA Mobility es la plataforma global de movilidad. El evento de Múnich será varias cosas al mismo tiempo: una exhibición hacia la experiencia, una plataforma orientada hacia el futuro de la movilidad y un foro de diálogo participativo. En ese sentido, IAA Mobility 2021 es fundamentalmente un nuevo comienzo", indican los organizadores del primer salón del automóvil europeo tras la llegada de la pandemia. 

Contexto difícil en Automobile Barcelona

En muchos sentidos, el salón de Múnich recoge las tendencias de transformación que ya tenían los eventos feriales del motor y que se han acelerado con la pandemia. El salón de Barcelona, rebautizado como Automobile Barcelona, también va en la misma dirección en buena parte de las transformaciones. Pero, a diferencia del alemán, el principal salón de automoción de España, que fue aplazado en dos ocasiones en mayo y en julio, llega en un momento de fuerte caída de las ventas por una demanda desorientada y golpeada pero, sobre todo, por la falta de disponibilidad de coches fabricados.

El salón barcelonés, que comienza a final de septiembre, tiene vocación de ser un revulsivo para las ventas, aunque tendrá que luchar, como todo el sector, con los efectos de la escasez de microchips en la industria mundial. Con el alargamiento de las listas de espera, los clientes que cierren sus pedidos durante los días del Automobile Barcelona tendrán que esperar bastante y armarse de paciencia para recibir sus nuevos vehículos. Tanto que muchos de ellos optan por la alternativa de comprar un coche de ocasión de entrega inmediata.