En los talleres de carrocería de España, cada golpe en la chapa o rasguño en la pintura supone una reparación con costes más elevados. Lo confirma el último informe elaborado por Solera, en colaboración con la Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción (CONEPA): el primer trimestre de 2025 ha dejado una foto clara de la realidad de estos negocios. Una realidad que se resume en una paradoja: menos coches reparados, pero más euros en caja.

Los datos lo cuentan sin rodeos. Entre enero y marzo, los talleres de carrocería facturaron un 9% más que en el mismo periodo del año anterior, pese a que el volumen de reparaciones se redujo un 5%. La clave está en la factura media, que ha engordado como consecuencia de un encarecimiento generalizado de los costes que soporta el taller. El recambio subió su coste medio nada menos que un 21%. Y la mano de obra tampoco se quedó atrás: reparar chapa cuesta un 10% más y pintar un 4% más que hace un año.

Más reparaciones costosas

Este cóctel de subidas se mezcla con otro ingrediente relevante: la complejidad y gravedad de los siniestros. El informe refleja un aumento del 39% en reparaciones cuyo importe supera los 10.000 euros. Es decir, cada vez entran menos coches al taller, pero los que llegan demandan intervenciones más costosas y prolongadas, lo que dispara la cifra final.

El retrato se vuelve más matizado si se compara el desempeño de los talleres independientes frente a los que operan bajo el paraguas de una red. Los primeros, en general más pequeños y con menos capacidad de negociación con proveedores y aseguradoras, vieron crecer su facturación un 9% y sufrieron una caída del 4% en reparaciones. En cambio, los talleres en red lograron elevar su facturación un 12%, aunque experimentaron una caída mayor en volumen de trabajo (-8%). La red, en este caso, amortigua el golpe a costa de una mayor dependencia de grandes acuerdos y políticas de sustitución de piezas más agresivas.

Los números de la reparación lo confirman: en promedio, el coste de una intervención ronda ya los 1.517 euros. El coste por hora de trabajo se sitúa en 42,95 euros, con 7 horas dedicadas a trabajos de chapa y casi 4 horas a pintura por cada operación. Además, en cada reparación se sustituyen, de media, cinco piezas, llegando hasta casi siete en el caso de los talleres en red.

¿Sustituir o reparar piezas?

A pesar de la presión inflacionista, algunos talleres intentan equilibrar la balanza apostando por la reparabilidad: arreglar piezas en lugar de reemplazarlas, un gesto que no solo reduce costes, sino que alinea al sector con la sostenibilidad y la economía circular. De media, se reparan dos piezas por operación, cifra que sube ligeramente en los talleres independientes.

Estos datos, que Solera y CONEPA seguirán actualizando durante el año, anticipan una tensión de fondo para el sector: la factura crece, pero también lo hacen los costes, y mantener la rentabilidad se convierte en un juego de equilibrios cada vez más delicado. Mientras tanto, para el cliente final, cada paso por el taller se traduce en un desembolso más alto, en un contexto económico que no siempre acompaña.