La movilidad eléctrica, la conectividad, los vehículos sin conductor, la automatización de las fábricas y la movilidad compartida son algunas irrupciones que afronta la industria de la automoción en la última década, unido a los efectos de una pandemia y de un conflicto armado a escala global y en medio de una estrategia medioambiental que sigue estando enfocada a la descarbonización del transporte y que acelerará los cambios de la industria, especialmente a partir de 2035, cuando ya no se van a comercializar en la Unión Europea coches y furgonetas nuevas con motores contaminantes.


Artículo publicado en Auto Mobility Trends 2022 By Metyis y de Coche Global. El Barómetro se puede consultar de forma íntegra en este enlace.


La antigua Grecia definía el tiempo de dos formas: Chronos y Kairós. Chronos mide el tiempo lineal, cuantitativo, es el paso inexorable de las agujas del reloj. Kairós es un concepto cualitativo ligado a la ocasión, un lapso indeterminado en el que algo importante sucede. Su significado literal es «momento adecuado u oportuno».

El origen de la movilidad eléctrica

La movilidad eléctrica intenta abrirse paso en la automoción desde hace más de un siglo y el tiempo lineal nunca fue buen compañero de viaje, pero hace poco más de una década confluyeron Chronos y Kairós para repensar un cambio en la automoción en medio de una revolución industrial, tecnológica y de servicios, enfocada hacia el vehículo eléctrico, conectado, compartido y autónomo. 

En estos dos últimos años, los líderes de la automoción han recompuesto sus estructuras organizativas y operacionales en base a estrategias como la construcción de una cadena de suministro resistente y que, en algunos eslabones, infravaloraron, como los microprocesadores, así como alianzas estratégicas que garanticen la calidad de sus productos y servicios, no solo entre la industria tradicional, sino también con empresas energéticas. 

El conflicto en Ucrania llevó a repensar el modelo logístico del “just in time”, eliminando la necesidad de stock, al “just in case”, donde se acumula producto para evitar roturas de stock y afectar al proceso productivo.

Soluciones flexibles

Los modelos de venta remota y canales digitales se están convirtiendo en la próxima normalidad y algunos fabricantes ya se están preparando para ello en reacción a la demanda de los consumidores. 

Un enfoque hacia flujos de ingresos recurrentes, ofreciendo soluciones flexibles basadas en suscripciones que no se vinculan a un capital significativo. El renting flexible para la gestión de flotas, el renting para particulares y la movilidad eléctrica compartida, son ejemplos de ello. 

La Automoción ya no será la misma, pero seguirá siendo clave como eje de movilidad sostenible y eficiencia energética, merced al vehículo eléctrico.