Wallbox ha conseguido aliviar la presión financiera gracias a un acuerdo con sus principales bancos acreedores y accionistas estratégicos que permitirá retrasar los vencimientos de su deuda hasta 2030 y obtener más liquidez, mediante una inyección prevista de 22,5 millones de euros entre deuda y capital.

El movimiento supone un paso coordinado entre el fabricante de cargadores de vehículos eléctricos, las entidades financieras y los accionistas de referencia, que buscan reforzar la estabilidad financiera de la empresa en un momento clave para la expansión del mercado de la movilidad eléctrica y con unos resultados por debajo de las expectativas tras una fuerte expansión en EEUU y su sede en Barcelona.

Refinanciación profunda y nuevo marco financiero

El acuerdo con Santander, BBVA y CaixaBank —que concentran el 65% de la deuda de Wallbox—, incluye una redefinición completa de la estructura financiera de la empresa. La propuesta contempla:

  • Refinanciación de 55 millones de euros de préstamos bilaterales en un nuevo préstamo sindicado con vencimiento en diciembre de 2030, con amortizaciones graduales desde 2026.
  • Creación de un nuevo instrumento de financiación de 63,2 millones, también con vencimiento en 2030 y con intereses devengados en especie (PIK).
  • Reestructuración del circulante en una nueva línea sindicada de 52,3 millones, con vencimiento en 2028 y dos prórrogas automáticas.
  • 12,5 millones en nuevos compromisos comerciales aportados por las entidades y parcialmente asegurados por una compañía de seguros de crédito.

Además de la banca mayoritaria, Wallbox negocia la incorporación al acuerdo del ICO, el Institut Català de Finances, COFIDES y otros prestamistas, con el objetivo de que la solución financiera abarque el 85% de la deuda total.

Aumento simultáneo de capital

Paralelamente, Wallbox prevé captar 10 millones de euros en capital nuevo: 5 millones procedentes de accionistas clave como Iberdrola (a través de Inversiones Financieras Perseo), Orilla Asset Management y Consilium, entre otros. Además, prevé otros 5 millones adicionales que se levantarán mediante mecanismos aún en evaluación. Este refuerzo busca aumentar la flexibilidad de tesorería, apuntalar el circulante y dar estabilidad a la ejecución del plan de negocio.

La compañía espera cerrar la negociación e implementar la nueva estructura en las próximas semanas, mediante un plan de reestructuración que deberá ser validado judicialmente. Para ello, Wallbox y algunas filiales han iniciado formalmente un proceso de negociación con acreedores ante los tribunales españoles.

El consejero delegado y cofundador, Enric Asunción, calificó el acuerdo como “un paso importante para reforzar la posición financiera de Wallbox”, destacando el compromiso de bancos y accionistas. Por su parte, el director financiero, Luis Boada, subrayó que la combinación de refinanciación, ampliación de capital y mejora del circulante “proporciona un marco más claro, equilibrado y sostenible” para la compañía.

Pérdidas y deuda

La reestructuración llega tras un tercer trimestre de 2025 con ingresos de 35,5 millones (+2% interanual) y un margen bruto del 39,8%, dos puntos más que el trimestre anterior. Wallbox también mejoró su EBITDA ajustado, aunque sigue negativo, y avanzó en la reducción de costes operativos.

A nivel comercial, la empresa anunció nuevas alianzas para despliegues de carga rápida en Canadá e Italia y registró un crecimiento del 30% en ingresos por cargadores de CC.

Para el cuarto trimestre de 2025, Wallbox espera:

  • Ingresos entre 36 y 39 millones de euros,
  • Un margen bruto del 38–40%,
  • Un EBITDA ajustado negativo de entre 4 y 6 millones.