La dirección de Ford y el comité de empresa de la fábrica de Valencia afrontan a partir de la próxima semana varias negociaciones de calado. Además de tener que renovar el ERTE en respuesta a la falta de chips, la fábrica de Almussafes se enfrenta a una subida salarial del 7% en 2021 como primer escollo con un acuerdo de competitividad como telón de fondo.

La multinacional estadounidense ha planteado la necesidad de reducir los costes laborales de cara al futuro y ha cuestionado el pago del IPC pactado con UGT para 2021 (IPC real más el 0,5 %), que supondría un incremento retributivo del 7% para los trabajadores con efecto retroactivo al 1 de enero de 2021.

Otro frente abierto por Ford con el fin de aumentar la productividad es el de un aumento del tiempo de trabajo al considerar la empresa que hay muchos días de vacacione. Sin embargo, todas estas cuestiones están todavía "verdes", y UGT pide a la dirección que abandone "las ambigüedades".

Negociaciones en marcha

Los trabajadores de la planta de Ford en Valencia pretenden alcanzar un acuerdo de futuro para la factoría que garantice la producción de los próximos años y, ante el escenario que abre el exceso de capacidad de la multinacional en Europa, subrayan la flexibilidad de la planta -hoy en día fabrica varios modelos-, su credibilidad y la paz social.

La dirección de la factoría y los sindicatos han celebrado durante la última parte de 2021 ocho reuniones de la comisión negociadora del Acuerdo por la Electrificación en las que no se han producido avances salvo el calendario laboral de este año, y mañana, lunes, están convocados a otra cita.

Será el mismo día que negociarán otro expediente de regulación temporal de empleo, el primero de 2022 después de haber encadenado sucesivos ERTE desde que irrumpió la pandemia de la covid, primero por la inestabilidad de la demanda, a lo que se añadió la falta de componentes, si bien ya en 2019 se aplicaron expedientes de empleo.

Impacto de la falta de chips

El uso de los ERTE, desconocidos para una mayoría hasta que llegó la pandemia del coronavirus, es habitual en las fábricas de automóviles debido a las fluctuaciones de las ventas, según explica a EFE el portavoz de UGT en la planta de Almussafes, José Luis Parra. El portavoz de UGT y secretario del Comité de empresa destaca el espíritu negociador de la parte sindical que ha proporcionado estabilidad a la fábrica de Almussafes.

Ford se encuentra "en un punto de inflexión" para Europa y de forma indirecta "está diciendo que no hay producción para las dos plantas", señala en referencia a la alemana de Saarlouis y a la valenciana. Tras advertir de que no quiere entrar en un escenario de competencia entre ambas plantas, Parra señala que la situación de Saarlouis es "si cabe un poco más dramática" que la de Almussafes (Valencia) porque están sufriendo más paradas de producción, aunque por otra parte el Gobierno alemán complementa más los ERTE que España. Asimismo, la estrategia de los fabricantes ante la falta de suministros ha sido destinar los existentes a los vehículos con mayor margen de beneficio, como es el Kuga que fabrica la planta de Almussafes.

Según recuerda, en noviembre de 2019 se llegó a un acuerdo con Ford Europa para garantizar el trabajo en todas las ubicaciones europeas pero, por la pandemia y el impulso a la electrificación, se están "precipitando" decisiones y "nadie quiere quedarse fuera de la foto". Por eso, pide a la dirección un avance en las negociaciones del Acuerdo por la Electrificación, que además se están llevando a cabo en dos países de forma simultánea por el mismo producto.

Comparación con Alemania

La comparativa entre las plantas de Valencia y Saarlouis da la ventaja a Almussafes, según el dirigente de UGT, pero otros factores que pueden entrar en juego, como los políticos, en las decisiones que se tomen, "se escapan de nuestro ámbito".

Entre esas ventajas cita la flexibilidad en la fabricación (hoy en día produce el Kuga y varios modelos más como el Mondeo, el Galaxy, el SMax o la furgoneta Transit), mientras que la alemana solo fabrica Focus. En opinión de Parra, desde el punto de vista operativo las ventajas son múltiples en muchos campos pero a nivel de mercado, y teniendo en cuenta que la mayor parte de los vehículos que produce van a Europa, los costes logísticos son mayores.

Por otra parte, Almussafes presenta una trayectoria de paz social y una credibilidad "como planta, como plantilla y como voz de interlocución" que quiere hacer valer en la negociación. "Sin denostar a nadie, decir que los retos que se han ofrecido aquí se han llevado a buen puerto con resultado satisfactorio para la compañía y para los trabajadores", concluye.