Seat cerró los nueve primeros meses de 2025 con un beneficio operativo de 16 millones de euros, un descenso del 96 % respecto a los 415 millones del mismo periodo del año anterior, según las cuentas publicadas por el Grupo Volkswagen. La marca con sede en Martorell sigue sufriendo el impacto de los aranceles europeos al Cupra Tavascan, así como el peso de las fuertes inversiones industriales y tecnológicas en curso, que llevarpon a la compañía a registrar una pérdida operativa de 22 millones en el tercer trimestre, que recortó la ganancia de 38 millones que tenía hasta junio.
El Cupra Tavascan, modelo 100% eléctrico fabricado en la planta de Volkswagen Anhui (China), ha quedado en el centro de la tormenta comercial entre Bruselas y Pekín. La Comisión Europea amplió el arancel máximo aplicable al modelo alegando falta de cooperación de la compañía en la investigación antidumping, pese a tratarse de una planta de reciente creación. Con el nuevo recargo, el SUV ha reducido drásticamente su margen de beneficio y, en consecuencia, el resultado global de Seat.
A esta penalización se suman el encarecimiento de los materiales, la presión competitiva en sus principales mercados europeos y la transición industrial hacia la electrificación, factores que han erosionado la rentabilidad del grupo automovilístico español.
Ingresos al alza
Entre enero y septiembre, Seat y Cupra generaron 11.241 millones de euros en ingresos, un 6,9 % más que en el mismo periodo de 2024 (10.515 millones), aunque con un comportamiento desigual entre ambas marcas. Las ventas conjuntas alcanzaron 481.000 vehículos (incluyendo las unidades del Audi A1 fabricadas en Martorell), gracias al empuje de Cupra, que continúa ganando cuota frente a la marca Seat. De hecho, Cupra ya supera en volumen global a su marca matriz, salvo en España, donde Seat mantiene el liderazgo histórico.
El resultado supone, no obstante, una ligera mejora frente a los 5 millones de beneficio del primer trimestre, cuando las alarmas se encendieron por el desplome de rentabilidad. En la primera mitad del año, Seat había ganado apenas 38 millones, un 90 % menos interanual. La recuperación en el tercer trimestre refleja una cierta estabilización del negocio y una mejor evolución de las ventas de Cupra en Europa Occidental, especialmente en Alemania y el Reino Unido.
Volkswagen confía en que la expansión internacional de Cupra, junto con una normalización de costes y suministros, permita a la filial española recuperar margen en los próximos trimestres. No obstante, la incertidumbre sobre los aranceles a los eléctricos fabricados en China sigue siendo el principal riesgo para el cierre del ejercicio.
Los resultados de Seat llegan poco después de la ratificación como presidente de la compañía y CEO de las dos marcas de Markus Haupt, que asumió las riendas tras el cese fulminante de Wayne Griffiths en marzo.