Si hay un sector económico que ha recibido la atención del rey Juan Carlos I es el automóvil, aunque en competencia con el de las infraestructuras. El monarca acaba de aparecer con el presidente de Volkswagen en otra foto en su álbum con directivos de la automoción, fábricas, salones del automóvil y carreras de Fórmula 1. Su interés une el apoyo a la principal industria y su pasión personal, que le ha llevado a tener una valiosa flota de vehículos en el garaje de la Zarzuela.

El Rey mantuvo la audiencia prevista con semanas de antelación con Martin Winterkorn, el presidente de Volkswagen, a pesar del morbo que suponía verlo en un acto público el día después de haber firmado su abdicación. La foto es un buen broche a décadas de complicidad entre el jefe del Estado y la industria del automóvil. Cuando las patronales españolas reaccionaron a la abdicación agradeciendo el apoyo mostrado al empresariado, se referían a al automóvil y a otros a los que el Rey ha abierto puertas.

El parque móvil de la Casa Real sufrió en el 2013 los recortes presupuestarios de Mariano Rajoy al pasar de 72 vehículos a 45 y, al mismo tiempo, prescindió de siete de los 68 conductores oficiales asignados. Durante la crisis también se ha visto envuelto en la polémica por el regalo que recibió del primer ministro de Emiratos Árabes Unidos de dos Ferrari valorados en casi medio millón de euros, que finalmente cedió al Estado.

Desde el primer Mini Morris que el príncipe Juan Carlos compró en 1969, los automóviles que han pasado por sus manos son incontables. En el sector del automóvil destacan que el Rey es un buen aliado y un aficionado exigente que se interesa por los detalles de los modelos que a menudo eran cedidos a la Casa Real o los que probaba en los salones que ha inaugurado.

El heredero y futuro rey a partir del día 18 de junio según el calendario planificado hace tiempo que ha tomado el testigo del monarca en su buena relación con el sector. En su haber ya cuenta con numerosas visitas a fábricas y el Salón de Barcelona que prometen mantener el buen clima de la Corona con la automoción.