Las acciones de Renault se hundieron hasta un 18,5%, marcando su peor jornada bursátil desde marzo de 2020, después de que el fabricante francés revisara a la baja sus objetivos de rentabilidad para este año y sorprendiera al mercado con una advertencia de descenso de beneficios.
El grupo automovilístico anunció que su margen operativo en 2025 será del 6,5%, frente al objetivo anterior de al menos un 7%. Esta corrección se produjo el mismo día de la salida anunciada de su CEO, Luca de Meo, y solo dos semanas después de que la empresa hubiera transmitido un mensaje optimista a los analistas sobre sus perspectivas.
El desplome bursátil llevó la acción a cotizar en mínimos de 18 meses, en 33,63 euros, intensificando la incertidumbre sobre el futuro liderazgo de Renault. La compañía nombró de forma interina a su director financiero, Duncan Minto, como CEO, en un contexto de elevada presión operativa y estratégica. Minto, que asumió el cargo de CFO en marzo, tendrá que presentar su primer conjunto de resultados el próximo 31 de julio.
Deterioro del mercado
Renault atribuyó el ajuste de previsiones a un volumen de ventas más débil de lo esperado en junio, además de un flujo de caja libre que se desplomó hasta los 47 millones de euros en el primer semestre, muy por debajo de los 645 millones que anticipaba el consenso. La compañía explicó que sufrió un impacto de 900 millones de euros en capital circulante por facturaciones retrasadas y la caída del mercado europeo de automóviles y furgonetas de pasajeros.
El revés de Renault arrastró a otros valores del sector. Stellantis cayó un 3,8% y Volkswagen un 1,6%, reflejando el nerviosismo de los inversores ante la posible ralentización del mercado automovilístico europeo, inmerso en plena batalla de precios y mayor competencia en eléctricos asequibles.
Mientras continúa la búsqueda de un nuevo CEO titular, Renault anunció que intensificará su plan de recorte de costes para tratar de elevar los márgenes en la segunda mitad del año, en un entorno marcado por la cautela inversora y la presión de los mercados globales.