Stellantis está que arde. Justo cuando acaba de empezar su cuarto año de existencia tras la unión entre los grupos PSA y FCA, proliferan las señales de que Carlos Tavares, su CEO, puede estar preparando otra fusión de Stellantis para formar un campeón industrial francés con Renault. La posible fusión junto con las críticas de Tavares han encendido las alertas en Italia, el país de origen de Fiat, la media naranja actual de Peugeot y Citroën. El presidente de Stellantis, John Elkann, ha salido al paso negando los planes de fusión.


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La prensa italiana se ha hecho eco de las críticas del Gobierno italiano a Carlos Tavares y a su equipo directivo por lo que consideran como un incumplimiento de los compromisos derivados de la fusión de FCA con PSA. Tanto el Gobierno de Giorgia Meloni como los sindicatos italianos están alarmados por la baja producción en las plantas del país y han reaccionado a las críticas de Tavares por falta de apoyo del Ejecutivo de Roma a las inversiones para la electrificación.

Carlos Tavares y John Elkann, CEO y presidente de Stellantis

Algunos medios de comunicación de Italia dan por hecho que el Gobierno francés de Emmanuel Macron quiere aprovechar su presencia en el accionariado de Stellantis y Renault para crear un gran grupo automovilístico para reforzar la competitividad frente a los nuevos competidores chinos. De forma colateral, esa fusión tendría también como objetivo bloquear o encarecer una posible una entrada del Estado italiano en el accionariado de Stellantis.

Listos para una "megafusión"

La prensa francesa también apunta a un posible movimiento de Stellantis para fusionarse con otro fabricante, para el que apuntan a Renault. El diario Les Echos indica que Stellantis "está lista para una megafusión".

El presidente de Stellantis, John Elkann -máximo representante de la familia Agnelli-, ha tenido que salir al paso de las noticias sobre la 'boda' con Renault. "No hay ningún plan bajo consideración en relación con operaciones de fusión con otros fabricantes", aseguró Elkann en un comunicado. Según el presidente, Stellantis se centra en la ejecución del plan de negocio previsto a largo plazo.

Macron y Tavares, en el Salón del Automóvil de París / GONZALO FUENTES / EFE

El ministro de Industria de Italia, Adolfo Urso, dijo que Stellantis tenía una estructura accionarial "desequilibrada, absolutamente desigual" entre sus accionistas franceses e italianos. La búsqueda del equilibrio accionarial le costaría al Gobierno italiano unos 4.000 millones de euros para hacerse con un 6%, el mismo porcentaje que tiene el Ejecutivo francés en Stellantis.

Capital de Stellantis

El consejo de administración de Stellantis tiene cinco representantes elegidos por el principal accionista Exor, propiedad de la familia italiana Agnelli-Elkann (Fiat), y cinco representantes de accionistas franceses, incluido el Gobierno de París, además del CEO, Carlos Tavares.

En una entrevista con Bloomberg, Tavares indicó que las fábricas de Mirafiori y Pomigliano como las plantas cuyos puestos de trabajo están en mayor riesgo debido al "hecho de que el gobierno italiano no subvenciona la compra de vehículos eléctricos".