La mayoría de los grupos de fabricantes automovilísticos han superado el examen de emisiones de CO2 de la Unión Europea. Han progresado adecuadamente en los últimos años, aunque están muy lejos de superar el siguiente objetivo, que será mucho más exigente. La Agencia Europa de Medio Ambiente acaba de publicar el ranking de las marcas de automóviles más limpias y las más contaminantes

El informe del organismo europeo tiene buenas y malas noticias. Por un lado, da un aprobado a casi todos los grandes grupos fabricantes de vehículos porque han conseguido reducir sus emisiones medias de CO2 por debajo del objetivo que les había marcado la Comisión Europea en 2017.

Hasta un 40% de CO2 con gasolina

La mala noticia es que las emisiones medias de todos los vehículos matriculados en la UE rompen la racha a la baja de los años anteriores al subir cuatro décimas, hasta 118,5 gramos por kilómetro recorrido. La inflexión está relacionada directamente con el inicio del desplome del diésel, acentuado en 2018, y el auge de las ventas de turismos de gasolina, que emiten hasta un 40% más que los de gasóleo comparables. 

"Aunque este nivel (118,5 gramos) se mantiene por debajo del nivel objetivo actual de 130 g CO 2 / km, está muy por encima del objetivo de 95 g CO 2 / km para 2021", alerta la agencia en su informe sobre las emisiones del sector automovilístico. El trabajo realizado por los fabricantes entre 2010 y 2017 ha sido considerable al registrar un descenso medio del 15,5% con una reducción de 22 gramos. "El aumento en 2017 es una clara confirmación -dice el informe- de que los fabricantes de automóviles necesitan lograr mejoras más rápidas y más rápidas en la fabricación y promoción de automóviles más eficientes".

La urgencia de llegar a ese objetivo de 95 gramos en 2021 para evitar cuantiosas multas por parte de la UE es lo que ha espoleado a los fabricantes de vehículos a lanzar una ofensiva de coches eléctricos con los que reducir la cifra medida de emisiones. 

Las marcas con más emisiones

El punto de partida es un mercado europeo en el que algunas marcas que no han conseguido su objetivo de reducción de CO2 se benefician de la consolidación en un grupo que, en conjunto, sí logra la meta fijada. Es el caso, por ejemplo, de Rolls-Royce, que emitió una media de 329 gramos en lugar de su objetivo de 182 aunque el grupo BMW del que forma parte sí está por debajo.

Una situación similar tienen AMG, de Mercedes, Porsche, Quattro (Audi) y Bugati, que registra el desvío más abultado sobre el objetivo, con una media de 518 gramos, 357 más que el límite que tenía. 

Entre los fabricantes de automóviles más grandes, Toyota Motor Europe tuvo el promedio más bajo de  emisiones de CO2 en 2017 con 103 gramos. Los automóviles Peugeot y los automóviles Citroën aparecen en segundo y tercer lugar, respectivamente, con 105 y 106 gramos.