Nissan está explorando un posible acuerdo con Foxconn para evitar el cierre de su histórica planta de Oppama, en Yokosuka (Japón). Según fuentes citadas por Reuters, la compañía japonesa permitiría al gigante taiwanés de la electrónica utilizar la fábrica para producir vehículos eléctricos (VE), un movimiento que mitigaría el impacto de su plan global de reestructuración.
La planta de Oppama, con 3.900 empleados y decenas de proveedores locales, había sido señalada para su cierre en el marco de la estrategia de Nissan para recortar su capacidad productiva global en un 15%, incluyendo el cierre de siete de sus 17 fábricas y 20.000 despidos. Esta reestructuración forma parte del ambicioso plan anunciado por el director ejecutivo Iván Espinosa para sanear las finanzas de la marca, debilitada por la caída de ventas y el estancamiento en su gama de eléctricos.
Foxconn, conocida como el mayor fabricante mundial de productos electrónicos y socio clave de Apple, confirmó hace unos meses su interés en establecer una cooperación con Nissan. Su presidente, Young Liu, subrayó que “comprar sus acciones no es nuestro objetivo; nuestro objetivo es la cooperación”, aunque no descarta una participación minoritaria si fuera necesario para cerrar un acuerdo.
Nissan no ha confirmado oficialmente las conversaciones. En un comunicado, indicó que el informe de Nikkei sobre las negociaciones no se basaba en información publicada por la empresa. Foxconn tampoco ha ofrecido comentarios detallados hasta el momento.
Un giro tras la ruptura con Honda
Este posible acuerdo con Foxconn llega en un momento crítico para Nissan, que vuelve a la encrucijada tras el colapso de sus negociaciones de fusión con Honda. La operación, que habría creado el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, fracasó por diferencias estratégicas, dejando a Nissan sin un socio industrial fuerte para afrontar la ofensiva global de marcas como BYD, que ya ha superado a Tesla en ventas de vehículos eléctricos.
Mientras tanto, Foxconn también mantiene conversaciones con Renault, accionista histórico de Nissan con el 36% de sus títulos (18,7% en un fideicomiso francés) aunque en proceso de venta. La ecuación es compleja y refleja la urgencia de alianzas tecnológicas en un sector sometido a la presión de la electrificación y la guerra de precios impulsada por los fabricantes chinos.
Foxconn: fabricar coches sin ser una marca
Foxconn no planea convertirse en un fabricante de automóviles con marca propia, sino en un proveedor de servicios de diseño y fabricación de vehículos eléctricos por encargo. Esta estrategia encaja con la necesidad de Nissan de reducir costes, externalizar procesos y acelerar su reconversión industrial.
Las acciones de Nissan reaccionaron con una caída de casi el 5% tras conocerse estas negociaciones. Foxconn acaba de anunciar unos ingresos récord en el segundo trimestre tras un aumento del 15,82% interanual.