La planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona tendrá que fragmentarse para acoger varios proyectos de reindustrialización que todavía están en el aire. La comisión de reindustrialización ha constatado en la reunión mantenida este martes que la situación se ha complicado tras la fuga del proyecto del grupo chino Great Wall Motor, de tal manera que no queda claro cual será el futuro de las instalaciones de las que ya han salido la mayor parte de empleados de la compañía japonesa al finalizar la producción.

El principal proyecto que queda sobre la mesa en estos momentos es el del consorcio D-Hub, encabezado por la empresa de ingeniería catalana QEV Technologies. Sin embargo, este proyecto ocuparía la fábrica de Sant Andreu de la Barca y una parte de los más de 500.000 metros cuadrados que abandonará Nissan en la Zona Franca. Los sindicatos habñian pedido a QEV que acotara cuáles son sus necesidades inmediatas de espacio y su potencial de creación de ocupación. 

Idas y venidas de proyectos

Para ocupar todo el espacio de la planta de la Zona Franca se barajan otras opciones en un escenario complicado por las idas y venidas de proyectos. Por un lado, el proyecto de mantenimiento de vehículos blindados militares impulsado por el Ministerio de Defensa, que permitiría recolocar a unos 300 empleados, ha sido retirado finalmente, según han indicado los sindicatos.

En cambio, ha aparecido un nuevo proyecto de la empresa fabricante de estanterías metálicas Mecalux y al menos dos proyectos logísticos presentados por CILSA y por Goodman.

Para acabar de complicar el horizonte de futuro de los 2.525 empleados que pasarán a engrosar las listas del paro a partir de enero de 2022, ha reaparecido el proyecto del proveedor belga Punch, que fue descartado en la anterior fase al considerar que era poco sólido. Ahora Punch plantea compartir las naves de la Zona Franca con la alianza D-Hub readaptando su proyecto para producir una versión de la 'pickup' Nissan Navara con motor diésel adaptada para funcionar con hidrógeno.  

Los sindicatos no quieren logística

La parte más clara de la reindustrialización es la alternativa para la factoría de Nissan de Montcada i Reixac, en la que se instalará el productor de motos eléctricas Silence para ensamblar su primer microcoche sin emisiones.

Los comités de empresa han insistido en la necesidad de buscar proyectos industriales "y no de tipo logístico", ya que, aseguran, garantizan mayor estabilidad laboral, generan más ocupación y de más calidad y son la mejor opción para garantizar la ocupación en la cadena de empresa proveedoras y auxiliares de Nissan. Por otro lado, han lamentado la retirada del proyecto de mantenimiento de vehículos militares y han apuntado a que la decisión "responde más a un tema político que industrial".