Una semana después de que los comités de empresa de las fábricas que cerrará Nissan en Barcelona reclamaran a la Generalitat que se implique en la reindustrialización, el Govern en funciones ha convocado una reunión con los sindicatos de la que no ha salido muy bien parado. A los sindicatos no les basta con las buenas palabras del presidente en funciones, Pere Aragonès, y dos de sus consejeros, por lo que han lanzado una advertencia: "Si no avanzamos, haremos ruido". 

El encuentro mantenido ha servido para que los sindicalistas hayan sido recibidos en una reunión oficial por primera vez y para que hayan visto también por primera vez la cara de Ramon Tremosa, el consejero de Empresa (Industria).

Aragonès, Tremosa y el responsable de Trabajo, Chakir el Homrani, han intentado sin éxito demostrar a los comités que el Govern trabaja con discreción para buscar inversores que permitan recolocar a los despedidos a pesar de que el Ejecutivo sigue en funciones por la pelea entre ERC y Junts en la investidura y la formación de un gabinete.

El Govern "tiene que dar la cara"

"Les hemos exigido que queremos que vayan más allá de las buenas palabras, que queremos hechos, una implicación real en defensa de la industria en Cataluña y la punta de lanza ahora mismo es Nissan", ha afirmado a EFE Miguel Ángel Boiza, secretario general de CCOO en Nissan.

"Para nosotros la Generalitat es una pieza muy importante para que la reindustrialización de Nissan sea un éxito -han indicado los comités en un comunicado-. Es el territorio catalán el que se pone en claro peligro cuando empresas como Nissan deciden cerrar y mermar con ello el tejido asociativo alrededor de una fábrica constructora de vehículos. Es el gobierno local, a nuestro parecer, el que tiene que dar la cara de forma manifiesta y hacer una clara apuesta por mantener el tejido industrial en el territorio".