BMW ha confirmado que mantiene su previsión anual de beneficios, a pesar de un difícil primer semestre marcado por una caída del 29% en sus ganancias netas, hasta los 4.015 millones de euros. A diferencia de otros fabricantes europeos que han rebajado sus expectativas ante los nuevos aranceles de EEUU, BMW considera que el verdadero golpe proviene de la debilidad del mercado chino, donde sus ventas se han desplomado un 15,5%.
Después de que otros fabricantes alemanes como Volkswagen, Mercedes-Benz y Porsche revisaban a la baja sus pronósticos, BMW destacó por su resistencia. “Nuestra fuerte presencia industrial en Estados Unidos nos proporciona una ventaja competitiva frente a los aranceles”, declaró Walter Mertl, director financiero del grupo. La planta de Spartanburg (Carolina del Sur), la mayor del grupo a nivel mundial, exportó 225.000 vehículos en 2024 y representa un escudo natural ante las tensiones comerciales.
Caída de ingresos y márgenes bajo presión
El grupo registró unos ingresos de 67.685 millones de euros en el primer semestre, un 8% menos interanual, lastrados por el efecto divisa y la ralentización del negocio en China. Solo la división automotriz facturó 58.654 millones, un 6,9% menos que en el mismo periodo del año anterior.
El beneficio operativo (EBIT) también cayó con fuerza, un 26,8%, hasta 5.803 millones de euros, dejando un margen del 8,5%, frente al 10,9% de hace un año.En el segundo trimestre, el beneficio antes de impuestos se situó en 2.600 millones de euros, un 32% menos, aunque ligeramente por encima de las previsiones de los analistas. El margen EBIT del segmento automotriz fue del 5,4%, dentro del objetivo marcado para 2025 (entre el 5% y el 7%).
Aranceles, un mal menor para BMW
La administración estadounidense ha acordado recientemente con la Unión Europea un nuevo arancel del 15%, inferior al 25% anterior. Aun así, el debate sobre las tensiones comerciales sigue generando incertidumbre en el sector. Para BMW, el impacto directo en su margen operativo por los aranceles será de unos 1,25 puntos porcentuales este año. “El debate arancelario está algo exagerado”, afirmó el CEO Oliver Zipse, quien insistió en que la compañía sigue presionando para lograr mecanismos de compensación que equilibren exportaciones e importaciones.
Por el contrario, las restricciones en el mercado chino y los obstáculos regulatorios para los coches eléctricos —en los que BMW produce el Mini eléctrico en una joint venture local— han tenido un peso más determinante en los resultados.
Confianza en la estrategia a largo plazo
A pesar del entorno complicado, BMW no ha revisado sus objetivos anuales y mantiene su previsión de un beneficio antes de impuestos “similar al de 2024”, cuando alcanzó los 11.000 millones de euros. El grupo confía en su modelo de negocio, su capacidad de innovación y su estrategia tecnológicamente neutra, con gamas que abarcan desde motores térmicos hasta eléctricos.
“Este semestre vuelve a demostrar la solidez de nuestro enfoque global y equilibrado”, subrayó Zipse. Entre las novedades de producto, destaca la renovación de la gama BMW i4, con más autonomía y un nuevo tope de gama eléctrico.