El salón Automobile Barcelona abrirá sus puertas el día 30 de septiembre en una edición que reunirá a 23 marcas y con la que los fabricantes de automóviles y Fira de Barcelona se han volcado para mantener y adaptar a los nuevos tiempos el legado de un evento que se empezó a celebrar hace 102 años. En todo ese tiempo, ha vivido varias guerras en España y fuera del país y otras circunstancias complicadas como la crisis del petróleo, pero ahora le toca superar la pandemia y el problema mundial de una industria de automoción frenada por la falta de microchips.  

"Esta edición marcará un récord de asistencia en tiempos de pandemia", ha asegurado Enrique Lacalle, presidente del comité organizador de Automobile Barcelona y declarado fan del automóvil. No estarán todas las marcas ni las más de 40 que hubo en otras ediciones, pero las 23 que asisten a Automobile Barcelona serán protagonistas de la vuelta a los grandes salones de público.

Los organizadores no se aventuran a dar una cifra de visitantes, aunque parece difícil que que se pueden alcanzar los 800.000 que se registraron en la anterior edición de mayo de 2019, cuando no había ni se esperaba pandemia y las ventas de automóviles eran más sólidas que ahora. El público tendrá que comprar las entradas por internet y obtener un código QR con el que podrá entrar al recinto sin necesidad de mostrar pasaporte covid o pruebas de diagnóstico al ser de aplicación la misma normativa que regula los centros comerciales. Eso sí, habrá controles de aforo para evitar aglomeraciones en los dos pabellones y los espacios adyacentes del recinto ferial de plaza Espanya de Barcelona.  

23 marcas en Automobile Barcelona

Las marcas participantes son Baltasar, BMW, Cupra, Dacia, DFSK, DR, Evo, Ford, Hispano Suiza, Honda, Hyundai, Kia, Lexus, Lotus, Mercedes Benz, Mini, Nissan, Renault, Seat, Smart, Subaru, Suzuki y Volvo. El salón ha cambiado de fechas en tres ocasiones al pasar de mayo, el mes habitual de celebración, a julio y después del 30 de septiembre al 10 de octubre. 

En esta ocasión, el salón tendrá un componente todavía más práctico con más espacios para probar coches y también patinetes eléctricos y motos al incorporar un concepto más amplio de la movilidad. 

Pese a la caída de las ventas de automóviles en parte por la demora en las entregas de vehículos debido a la falta de chips, los organizadores destacan que Automobile Barcelona tendrá también un elevado componente comercial y que se convertirá en una buena oportunidad para comprar un vehículo o, como mínimo, para hacer el pedido y beneficiarse de unas mejores condiciones.  

"Si no fuera un salón comercial, no habría venido 23 marcas", ha asegurado Enrique Lacalle en la presentación del salón. El directorgeneral de Anfac, José López-Tafall, ha destacado que Automobile Barcelona es una oportunidad para ponerse al día de las novedades, que incluyen una oferta de 140 modelos electrificados. "Poder romper la inercia del mercado y recuperar la ilusión es muy positivo. Aunque los coches se matriculen dentro de seis meses. La gente tiene ilusión por su coche nuevo aunque tenga que esperar", ha subrayado López-Tafall.

 

El Rey y Pedro Sánchez

"Es un momento de actualización. Ahora no es tan fácil comprar coche, hay más variedad. Hay gente que ha desconectado y tiene coches muy antiguos", ha indicado José Miguel García Guirado, director de Automobile Barcelpna.  

Precisamente, con los espacios de prueba y demostración se pretende acercar las nuevas tecnologías de los coches electrificados y conectados a los usuarios y "romper barreras y mitos". "Nos va a permitir derribar una de las barreras, las dudas y el el desconocimiento de los usuarios ante las nuevas motorizaciones. Por eso es importante tener eventos físicos en los que se pueda ver y tocar", ha asegurado el director general de Anfac.

El salón será inaugurado, previsiblemente, por el rey Felipe VI y por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la tarde del día 30 de septiembre, como ha sucedido en las últimas ediciones. La inauguración tendrá lugar después de la tradicional cumbre de la automoción con el Rey y Pedro Sánchez en una comida.