Los países del G7, las siete economías más potentes del mundo, han acordado un objetivo mínimo de reducción de emisiones de CO2 como paraguas general. Los ministros de Energía y Medioambiente del G7 se han marcado el objetivo de reducir las emisiones de C02 de todos sus vehículos en al menos en un 50% para 2035 respecto a los niveles de año 2000. Se trata de un objetivo muy alejado del que se ha puesto la Unión Europea.

Los países del Grupo de los Siete (EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá junto a la UE) se han fijado un objetivo conservador de reducción de emisiones contaminantes de los vehículos en la declaración conjunta adoptada al acabar su reunión de dos días celebrada en Sapporo (norte de Japón), centrada en las medidas para frenar el cambio climático.

Diferentes velocidades en el G7

El G7 señala la "oportunidad colectiva de reducir en al menos un 50% las emisiones del parque de vehículos del G7 para 2035 o antes en relación al nivel de 2000, como punto intermedio para alcanzar las emisiones netas cero" y para "medir el progreso" de los esfuerzos de descarbonización y electrificación del sector automotriz.

"Reconocemos la gama de vías que los miembros del G7 y más allá del G7 están adoptando para abordar este objetivo -asegura la declaración del G7-. Estamos comprometidos con el objetivo de lograr cero emisiones netas en el sector vial para 2050, y subrayamos que una transición en la próxima década a la infraestructura y una flota de vehículos que respalde el transporte con cero emisiones es fundamental".

La meta del G7 contrasta con el objetivo de la UE, que se ha marcado como meta la reducción del 100% de las emisiones de C02 de los coches nuevos vendidos a partir de 2035. En cambio, está más en sintonía con el objetivo que se fijado EEUU, donde California, el Estado más avanzado en normativa medioambiental, prevé prohibir la venta de coches de combustión únicamente a partir de 2035, pero permitirá la comercialización de híbridos enchufables además de los eléctricos. Europa ha abierto una tercerea vía en la descarbonización al permitir el desarrollo de los combustibles sintéticos si logran emisiones neutras de CO2, tal como ha reclamado Alemania.

Confluencia en el objetivo de 2050

El acuerdo de mínimos del G7 se enmarca en el objetivo global de alcanzar las emisiones netas cero del sector del motor para 2050, lo que requerirá acciones claves en la industria de todos los países, incluyendo las medidas ya aplicadas por los miembros del G7 para lograr que el 100 % de las ventas de nuevos vehículos de pasajeros sean modelos electrificados para 2035.

Para lograrlo, se comprometen a cooperar en los trabajos para desarrollar infraestructuras de producción de vehículos eléctricos, así como sistemas de carga, además del apoyo de combustibles neutros en emisiones, según la declaración conjunta. Otras medidas mencionadas son los esfuerzos para "armonizar métodos que garanticen el suministro de materiales para baterías", y para apoyar el reciclaje de estos dispositivos de almacenamiento energético.

Con vistas a promover el uso del hidrógeno como energía limpia, "se evaluarán los desarrollos de tecnologías como los vehículos con célula de combustible, los vehículos híbridos y los combustibles bajos y neutros en emisiones de CO2, incluyendo biocombustibles y sintéticos", añade la declaración.