La Fórmula 1 vuelve a escena con el Gran Premio de Singapur, una de las carreras más carismáticas y exigentes del calendario. Su condición de circuito urbano, nocturno y extremadamente caluroso lo convierte en una prueba de resistencia para pilotos y máquinas. Así que todos, tanto los profesionales como los aficionados, tenemos que prepararnos convenientemente para el fin de semana. Lo analizamos en el Podcast Técnica Fórmula 1.

Las claves de la carrera en Singapur

Las claves de la cita están en la adaptación al clima y la estrategia de neumáticos. La humedad superior al 70 % y temperaturas constantes que rondan los 30 °C hacen de Singapur un auténtico “infierno físico”. 

La degradación térmica es el mayor enemigo de los neumáticos, y Pirelli ha optado por los compuestos C3, C4 y C5. El medio y el duro serán los más usados en carrera, mientras que el blando puede ser decisivo en momentos puntuales, como la salida o tras la aparición de un coche de seguridad, frecuente en este circuito.

El trazado de 4,940 km cuenta con 19 curvas y cuatro zonas de DRS. Aunque adelantar sigue siendo complicado, las modificaciones de 2023 introdujeron una recta de 400 metros que ofrece más oportunidades que en el pasado.

Estadísticas, clasificación y estrategias

En Singapur la clasificación mantiene un papel determinante: en dos tercios de las ediciones el ganador partió desde la pole. El caso más excepcional fue en 2008, cuando Alonso venció partiendo desde la 15ª posición en una caótica carrera. 

A nivel histórico, Vettel es el piloto más laureado aquí con cinco triunfos, seguido por Hamilton con cuatro, mientras que Verstappen aún no ha ganado ni firmado una pole en Marina Bay. Entre los equipos, Ferrari lidera en poles y Red Bull en podios.

Otro aspecto fundamental es la gestión de frenos. Según Brembo, Marina Bay es uno de los circuitos más exigentes, con un nivel de dificultad de 4 sobre 5. Los pilotos frenan 11 veces por vuelta y alcanzan deceleraciones de hasta 4,9 g en la curva 7. El esfuerzo continuado exige un equilibrio perfecto en la puesta a punto del coche, con alta carga aerodinámica para maximizar agarre y estabilidad.

Carácter pionero

El GP de Singapur también tiene un carácter pionero: fue la primera carrera nocturna de la F1, lo que implicó un gran despliegue tecnológico en iluminación. La visibilidad bajo luces artificiales plantea retos adicionales, como reflejos en pista y viseras. 

Además, a diferencia de otras carreras nocturnas, en Singapur la temperatura se mantiene estable del día a la noche, aumentando el desgaste físico de los pilotos, por no hablar de las lluvias tropicales, que son un factor imprevisible, dado que pueden borrar el caucho depositado y alterar la evolución de la pista.

Dónde estará la atención

Tras un fin de semana sin Fórmula 1 (cosas que ya se nos va a haciendo rara), la atención se centra en el pulso entre McLaren y Red Bull, con la incógnita de si Verstappen podrá conquistar por primera vez Marina Bay y en un fin de semana donde McLaren podría certificar el campeonato de constructores. Los de Woking están a solo 13 puntos de certificar el título de constructores. Bastaría con un podio o incluso posiciones intermedias combinadas para que el equipo se corone matemáticamente. 

Pero visto lo visto en Bakú, y con la tensión del campeonato en juego, Marina Bay vuelve a prometer un espectáculo donde la estrategia, la resistencia y la precisión serán determinantes.