La entrega de un vehículo de alquiler no debe ser un motivo de preocupación si se sigue una serie de pautas sencillas, pero efectivas. Y es que con cierta cautela y atención a algunos detalles se evitan cargos adicionales para finalizar el contrato sin contratiempos inesperados.
Verificaciones imprescindibles antes de entregar el coche
Se ha de tener en cuenta que una devolución del coche de alquiler sin problemas comienza incluso antes de dirigirse al punto de entrega. En este sentido, conviene llevar a cabo una revisión general del vehículo para garantizar que todo esté en orden. Por supuesto, se ha de comprobar el estado exterior del coche para ver si hay algún arañazo, abolladura o cualquier otro desperfecto que no estuviera presente al recoger el automóvil. Igualmente, se aconseja inspeccionar el interior, comprobando que la tapicería está limpia, sin objetos olvidados ni algún tipo de deterioro visible.
También debe respetarse la política de combustible. La política más habitual exige que el coche se devuelva con el depósito lleno, tal como se entregó al inicio del alquiler. El hecho de no cumplir con este requerimiento conlleva cargos adicionales por repostaje y gestión. Así que lo más recomendable es llenar el depósito en una estación cerca al lugar de entrega y conservar el recibo. Puede ser útil en ese caso localizar con alguna app la gasolinera más económica y cercana.
Elegir una compañía de alquiler fiable marca la diferencia
Cabe subrayar que no es una cuestión menor optar por una compañía de alquiler de coches con buena reputación y flexibilidad para evitar sorpresas desagradables. Una empresa de alquiler como Goldcar destaca tanto por su amplia flota como por sus servicios y coberturas ágiles y diversas. Además, gracias a su presencia en múltiples destinos y a la facilidad de realizar reservas online, hace que la experiencia de alquiler sea segura y eficaz para los usuarios.
Inspección inicial y final con documentación fotográfica
Es recomendable documentar el estado del coche por medio de fotos y vídeos, con la idea de protegerse ante posibles reclamaciones posteriores. Es decir, al recoger el vehículo, se han de tomar imágenes desde un lugar lo suficientemente iluminado, capturando diferentes ángulos tanto del exterior como del interior del automóvil. No está de más aprovechar para fotografiar el panel del kilometraje y el combustible.
En el caso de haber localizado algún daño al inicio del contrato, debe registrarse en el parte de entrega. Y es que si no se hace en ese momento, puede resultar complicado demostrar que no ha sido responsabilidad nuestra. Por tanto, las pruebas fotográficas sirven de respaldo tanto al recoger como al devolver el vehículo.
Otros detalles que también cuentan en el interior del vehículo
Al margen del exterior del vehículo, el mal estado de elementos como el salpicadero, la tapicería o los mandos pueden acarrear costes imprevistos. Si bien algunas compañías contemplan el inevitable desgaste natural, algún daño que exceda ese umbral puede implicar penalizaciones. Asegurarse de que no hay desperfectos en este sentido es otro aspecto a tener en cuenta.
Incluso algunas agencias cargan costes adicionales de limpieza si el vehículo de alquiler se devuelve con restos de suciedad y basura. Una aspiración rápida en el habitáculo elimina cualquier problema de este tipo.
Entender bien las políticas de combustible y kilometraje
Las condiciones relativas al kilometraje y el combustible son elementos muy importantes en cualquier contrato de alquiler. Como se ha mencionado, la política más habitual consiste en devolver el vehículo con el tanque lleno, al igual que se entregó. En caso de no cumplir con este requisito, el cargo adicional tanto por el combustible faltante como el servicio de repostaje será inevitable.
En cuanto al kilometraje, algunas tarifas establecen un límite diario, mientras que otras ofrecen kilometraje ilimitado. En el caso de las primeras, excederse del límite de kilómetros contratados supone un recargo por cada kilómetro extra recorrido. Por este motivo, resulta esencial revisar adecuadamente esta cláusula antes de tramitar la reserva, así como asegurarse de que se adapta al uso previsto del coche de alquiler.
En definitiva, devolver un coche de alquiler conlleva algo más que la simple entrega de las llaves. Una revisión minuciosa, el respeto a las condiciones establecidas y la documentación adecuada permiten finalizar el contrato sin incidencias.