Toyota ha dado una vuelta de tuerca a uno de sus modelos más exitosos, el pequeño Yaris, un urbano que nació en el último año del siglo XX y que ha alcanzado ya su cuarta generación. El Toyota Yaris se ha clonado en la versión Cross más campera y con propulsión hibrida, lo que supone etiqueta ECO de la DGT. Hemos sometido a prueba al pequeño Toyota Yaris Cross para la sección Car Review & Rating de Coche Global.

El Toyota Yaris Cross se beneficia de toda la experiencia de Toyota en la hibridación y en el mundo off-road. De hecho, la marca japonesa fue la que popularizó la tecnología híbrida con el Prius, el primer híbrido producido en serie desde 1997, y la inventora de los SUV con el RAV-4. Además acumula una sólida experiencia en el mundo off-road. El Yaris Cross mezcla lo mejor de todo de ese ADN de Toyota, en un utilitario que rompe esquemas tanto en sus formas como en su interior y que es un campeón en seguridad, segón EuroNCAP es el mejor de 2021 en su segmento y lo inscribe en ‘monovolumen pequeño’.

Diferencias con el Yaris

Desarrollado en Europa, se fabrica en la factoría que la marca japonesa tiene cerca de Valenciennes (Francia), donde también se monta la cuarta generación del Yaris. Los objetivos son ambiciosos: fabricar anualmente 150.000 unidades del nuevo Yaris Cross y controlar una cuota de más del 8% del segmento B-SUV en el Viejo Continente. En los próximos años la familia Yaris deberían ser un tercio de las ventas de Toyota en Europa.

El Yaris Cross tiene el robusto aspecto de un SUV, con una mayor altura del piso al suelo, 17 centímetros (3 más que el Yaris), lo que consigue una posición de conducción ligeramente más elevada, más fácil acceso, mejor visibilidad del entorno y una sensación de mayor control. Elementos muy útiles en un coche de vocación urbana.

Sus dimensiones, compactas y contenidas son muy adecuadas para moverse entre el tráfico urbano y para aparcar. Su aspecto musculoso y elevado le hacen parecer mucho más grande que el Yaris, pero no lo es tanto. Mide 4,18 metros de largo, 24 centímetros más que el Yaris, pero la batalla es la misma, 2,56 metros. El aumento se logra en los voladizos que consiguen también un habitáculo más espacioso gracias a los 9 cm más de alto (1,56 metros totales) y a que es ligeramente más ancho, dos centímetros, hasta los 1,76 metros.

Consumo moderado

Todas las versiones tienen la misma motorización con una potencia total de 116 caballos, resultado de combinar un motor térmico de gasolina de tres cilindros, 1, 5 litros y 92 caballos con un eléctrico síncrono de 80 caballos. La batería de iones de litio de 0,76 kWh está situada debajo de los asientos traseros. En esta batería se acumula la energía cinética que se produce al circular en pendientes o en las frenadas, que luego se utiliza para apoyar al motor de combustión y reducir el consumo y las emisiones de CO2. Una tecnología muy eficiente en ciudad donde circulamos y frenamos periódicamente pero menos en autopista o autovía.

La unidad que probé era un Yaris Cross Adventure, con tracción integral. Aunque no fue una prueba larga, unos 150 km, la mayoría por autovía y una parte en carreteras de montaña y recorridos urbanos, el consumo fue contenido, de 4,7 l/100 km.

Para el conductor la transmisión es un cambio automático simple. Una pequeña palanca, en la posición tradicional entre las dos plazas delanteras, para elegir entre marcha adelante o atrás, punto muerto, aparcamiento y una posición más (B) para conseguir una mayor recarga de la batería. Realmente no es una caja de cambios sino un engranaje que gestiona la unión entre los motores y las ruedas.

Lo mejor del Yaris Cross

La gama Yaris tiene la opción de tracción delantera e integral. La segunda no es quizás muy necesaria para un modelo urbano pero hay zonas en las que nieva y viviendas que para acceder tienen caminos de tierra o arena que con lluvia o hielo agradecen la seguridad que ofrece el sistema 4x4. Es un sistema eléctrico, más ligero y compacto, que los tradicionales, lo que evita que se dispare el consumo. Funciona de forma automática, sin la intervención del conductor. Al arrancar y al acelerar el par se dirige al eje trasero, durante la conducción normal funciona como un tracción delantera, salvo que detecte perdidas de tracción, en ese momento empieza a actuar el 4x4. Un mando circular al lado de la palanca del cambio permite elegir entre un firme normal, nieve o trail (para pistas o terrenos con piedras sueltas).

El Yaris Cross me pareció cómodo en el puesto de conducción. Tiene suficientes ajustes del asiento y el volante para adaptarlo a cualquier conductor. El volante tiene un tacto agradable, con un aro ancho y un diámetro pequeño que unido a una dirección precisa y suave y un radio de giro reducido, lo hacen muy maniobrable. Una ayuda adicional es la cámara de visión trasera que llevan todas las versiones.

Las suspensiones son buenas para filtrar las imperfecciones del terreno. El motor responde bien y rápido cuando se le pide y no se nota la transición del propulsor eléctrico al térmico. Solo se nota un poco el ruido aerodinámico. Al volante transmite seguridad y es confortable. No sé un viaje muy largo, pero parece un buen compañero de rutas.

Acabados y precios

Me gustó que los mandos fueran grandes y específicos para cada función (la climatización es muy fácil e intuitivo de gestionar), y el toque retro de la instrumentación, con agujas a derecha e izquierda de una pantalla central de siete pulgadas en la que se ven fácilmente todas las informaciones. La aguja de la izquierda informa de forma puntual del consumo y las derechas son el nivel de combustible y la temperatura del motor. En la pantalla se muestra la velocidad, los datos del ordenador de viaje, las ayudas electrónicas, la marcha, la temperatura exterior y otras informaciones.

Tiene cinco terminaciones posibles, aunque la más básica, la Bussines Plus, está para empresas. Las que van a centrar las ventas son Active Tech disponible desde 23.350 euros, Style desde 24.350 y Adventure, la que probamos, desde 27.600 euros. Además cuenta con una Premiere Edition, muy equipada, y desde 30.300 euros.

La versión Adventure es visualmente muy atractiva con detalles de color ácidos en la carrocería. También tiene una protección en el inferior del frontal y bajo el paragolpes trasero, raíles cromados en el techo y llantas de aleación de 18 pulgadas en gris oscuro. Elemento que contribuyen a darle un atractivo estilo de aventurero. También tiene detalles en el interior como una línea de color dorado que recorre la consola central y elemento del tapizado en piel.


Valoración Toyota Yaris Cross: diseño 8,0; interior 8,5; motor 8,7; conducción 8,8; global 8,5.