El Salón del Automóvil de París ha vuelto a abrir sus puertas después de una ausencia de cuatro años. Sin embargo, después de la pandemia y con los problemas que atraviesa el sector de automoción, el Mondial de l'Automobile se ha transformado en un concepto diferente con una exigua presencia de marcas. El salón coincide con los graves problemas de Francia por falta de gasolina y con un paro casi general en el país vecino como síntoma del impacto de la guerra de Ucrania en la movilidad y la economía. 

El evento se ha quedado, literalmente, sin gasolina. Tanto por los paros de las refinerías francesas como por las escasas novedades presentadas en el salón, dominadas además casi de forma absoluta por los vehículos eléctricos. En el Salón de París de 2022 se habla francés y chino debido a que únicamente han acudido a la cita algunas marcas del país anfitrión así como un gran número de fabricantes procedentes de China que se encuentran en pleno desembarco en el mercado europeo.

Renault y Stellantis, pilares del salón

Renault se ha convertido en uno de los pilares del salón, junto con sus marcas Dacia, Alpine y Mobilize. El otro pilar ha sido el grupo Stellantis, con presencia de sus marcas Peugeot, DS y Jeep, pero no la francesa Citroën, que se ha quedado fuera del reducido círculo de marcas presentes en el recinto ferial parisino. Tanto Renault como Stellantis tienen presencia del Estado francés en su capital. Ni rastro del resto de fabricantes alemanes, salvo por una presentación 'online' de Mercedes en la víspera del salón, ni tampoco de las marcas japonesas, coreanas o norteamericanas.   

Es un panorama sombrío para un salón que fue uno de los punteros del sector en Europa junto a los de Frankfurt (ya desaparecido y sustituido por una muestra de movildiad en Múnich) y de Ginebra, suspendido desde la edición de 2019. En ese contexto, el presidente francés, Emmanuel Macron, inauguró el salón tras reunirse la pasada noche en el Elíseo con los responsables de los principales grupos franceses de esta industria y de anunciar hoy nuevas medidas para favorecer el acceso de los ciudadanos de a pie a los coches eléctricos menos caros. Sin embargo, su principal preocupación siguen siendo las huelgas que han paralizado las refinerías y que este martes 18 de octubre, el primer día de apertura al público del salón tras una sola jornada dedicada a los pocos periodistas invitados, amenazan con paralizar la actividad al sumarse otros sectores a la protesta por el encarecimiento de la vida. 

Presencia de Macron entre huelgas

Macron ha mostrado así su apoyo al sector del automóvil de Francia, que es el tercer mayor fabricante europeo de automóviles, tras Alemania y España. El sector del automóvil genera 800.000 empleos en suelo francés, la mitad de ellos directos, y además de albergar la sede de dos grandes grupos de constructores, también hay importantes fabricantes de componentes, como Valeo y Faurecia. 

Los principales directivos que han actuado de anfitriones, Luca de Meo y Carlos Tavares, los CEO de Renault y Stellantis, respectivamente, han esbozado una sonrisa durante sus comparecencias, aunque la procesión va por dentro. "El coche eléctrico solucionará el problema de los hidrocarburos a condición de que sea una energía limpia", advirtió Tavares en una entrevista a la radio RTL. Tavares garantizó que, a pesar de la situación de transición que vive el mercado, el grupo no cerrará ninguna fábrica en Francia a medio plazo. "Tenemos un plan de producto y tecnológico para cada una de nuestras factorías", recalcó.

"El contexto seguirá siendo difícil" a corto plazo y por ello "el producto es el que marca la diferencia", aseguró Luca de Meo al presentar algunos de los modelos que forman parte del plan para lanzar 25 nuevos modelos hasta 2025.

Principales novedades

Renault tiró del revival con la nueva versión 100% eléctrica del R5 y el 4ever, un 4L también eléctrico que toma el relevo de las casi ocho millones de unidades fabricadas en varios continentes entre los años 60 y 80 del pasado siglo de "un mito que no muere nunca", según De Meo. Renault presentó también su Kangoo eléctrico, así como el futuro Scenic Vision, que adelanta las nuevas líneas de diseño de la marca del rombo para los próximos años.

El plato fuerte de Stellantis fue los nuevos Peugeot 408, DS3 Crossback y el Jeep Avenger, el primer modelo completamente eléctrico de la marca estadounidense, construido sobre la plataforma del Peugeot 208 eléctrico.

Entre la oleada de marcas china que han ocupado una parte del espacio que han dejado libre otros fabricantes occidentales ausentes se encontraban BYD, GWM o MG. Los fabricantes chinos no llegan a Europa con coches 'low cost', sino que apuestan por modelos de gama media-alta como el BYD Han, un serio rival para los Tesla, y que forma parte e la ofensiva comercial de la marca en Europa.