Mazda sigue con su propio camino en diseño y electrificación. Mientras muchos fabricantes apuestan por soluciones previsibles en el segmento eléctrico, la marca japonesa ha decidido afrontar su propio desafío con el nuevo Mazda6e, una berlina 100 % eléctrica que combina diseño elegante, una clara vocación premium y buenas prestaciones. No pretende ser el más radical, pero sí uno de los más equilibrados y con un precio ajustado gracias a la colaboración entre Mazda y la firma china Changan. Lo hemos podido comprobar en nuestra prueba a fondo del Mazda6e.
Valoración Mazda6e: diseño, 8; interior, 9; motor, 8,5; conducción, 9; global, 8,625
El Mazda6e llega con una carrocería fastback, una fórmula cada vez más habitual: una berlina de casi cinco metros de longitud con una silueta tipo coupé y un gran portón trasero. No es un coupé puro, pero sí ofrece una estética muy estilizada que le permite diferenciarse de las berlinas eléctricas tradicionales. Mazda apunta claramente a un público que todavía valora este tipo de formato, ahora reinterpretado en clave eléctrica y basado en la plataforma de su aliada china Changan.
Aspecto del nuevo Mazda6e
Elegancia japonesa y china con carácter deportivo
El diseño exterior sigue evolucionando la filosofía Kodo: Alma del movimiento, adaptada a las nuevas exigencias aerodinámicas de los vehículos eléctricos. El frontal mantiene la identidad de la marca, con un “hocico” pronunciado y líneas limpias, mientras que la caída del techo y la zaga tipo coupé refuerzan su carácter dinámico.
Uno de los elementos más llamativos es el alerón trasero activo, que puede configurarse para desplegarse automáticamente al arrancar el vehículo o a partir de cierta velocidad. Más allá del efecto visual —claramente deportivo—, cumple una función aerodinámica real y refuerza la personalidad del conjunto.
La parte trasera, con grupos ópticos de diseño distintivo y una anchura visual marcada, completa una imagen sólida y refinada, sin estridencias. Es un Mazda reconocible, pero claramente adaptado a una nueva era.
Interior del Mazda6e
Interior: refinamiento, confort y sensación premium
El habitáculo es uno de los grandes argumentos del Mazda6e. La marca ha apostado por un interior inspirado en el concepto japonés del “ma”, donde el espacio, la sencillez y la armonía visual son protagonistas. La sensación de calidad es inmediata, tanto por los materiales como por el diseño.
Destacan los acabados en piel y napa, especialmente en las versiones más altas, con un aire muy elegante y poco habitual en este rango de precio. Los asientos son deportivos sin ser extremos, cómodos incluso en trayectos largos, y las plazas traseras ofrecen un espacio generoso, algo clave en una berlina de este tamaño.
El puesto de conducción combina tecnología y claridad: pantalla central de gran tamaño, cuadro digital bien resuelto, aunque no le iría mal algún botón físico, y un Head-Up Display de realidad aumentada que proyecta la información esencial directamente en el campo de visión. Todo está orientado a facilitar la conducción, no a complicarla. Bueno, casi todo, porque los dos conectores USB parece que han sido diseñados para dislocar los hombros al estar situados muy escondidos, en la base del salpicadero.
Alerón desplegado en Mazda6e
En carretera: suavidad, precisión y carácter propio
En marcha, el Mazda6e deja clara su filosofía. Es un coche muy confortable, con una entrega de potencia vigorosa pero refinado en la rodadura, pero no exento de carácter. Las motorizaciones disponibles oscilan entre 245 y 258 CV, ambas con tracción trasera, una elección poco común en el segmento generalista y que marca diferencias en el tacto de conducción.
La suspensión tiene un ajuste más firme de lo habitual en una berlina eléctrica orientada al confort y de origen chino, lo que le aporta un punto dinámico interesante sin llegar a resultar incómodo. La dirección es precisa, suave y transmite confianza, incluso en carreteras de montaña, donde el coche se muestra más ágil de lo que su tamaño sugiere.
No es un eléctrico pensado para una conducción deportiva extrema, pero sí para disfrutar del trayecto, con una sensación de control y aplomo muy lograda.
Aspecto del interior del Mazda6e
Consumo y autonomía
Uno de los aspectos más destacados de la prueba es el consumo real. Durante un uso variado —ciudad, carretera, autovía y tramos de montaña—, el Mazda6e ha registrado un consumo medio de 17,4 kWh/100 km, una cifra muy contenida teniendo en cuenta su tamaño, peso y prestaciones.
La versión de batería grande, con 80 kWh, homologa hasta 552 km WLTP, que en uso real se traducen en unos 500–520 km, una cifra más que razonable. Además, la carga rápida permite recuperar una parte importante de la autonomía en poco tiempo, lo que refuerza su idoneidad para viajes largos.
Precio y posicionamiento
El Mazda6e se sitúa en una franja de precios que arranca en 43.700 euros, mientras que la versión probada ronda los 48.000 euros. No es una propuesta barata, pero sí coherente con lo que ofrece: batería grande, buen nivel de equipamiento, acabados de calidad y una experiencia de conducción muy cuidada. Mazda no busca competir únicamente por precio, sino por sensación de producto, refinamiento y equilibrio general.
Un eléctrico competitivo
El Mazda6e representa un reto claro para la marca: demostrar que se puede entrar en el mercado eléctrico sin renunciar a una personalidad definida. Y lo consigue. No es el más rompedor, ni el más tecnológico, ni el más prestacional, pero sí uno de los eléctricos más elegantes, refinados y agradables de conducir de su segmento.
Un coche pensado para quienes buscan una berlina eléctrica diferente, con diseño, confort, eficiencia real y un carácter que se aleja de lo genérico. Mazda, con su socio chino Changan, no ha hecho un eléctrico más. Ha hecho un Mazda eléctrico. Y eso, hoy en día, ya es mucho decir.