El escándalo global de los airbags defectuosos de Takata vuelve a sacudir con fuerza a la industria automovilística en Francia y Europa. El Ministerio de Transporte francés anunció la ampliación de la orden de inmovilización a 1,7 millones de vehículos, tras detectar nuevos modelos equipados con infladores de airbag potencialmente mortales.

La decisión eleva la cifra desde los 700.000 coches de Citroën afectados la semana pasada a otros 800.000 vehículos de distintas marcas, en una acción sin precedentes en el país. Según las autoridades, la medida se toma “por precaución”, sin esperar a la finalización de nuevas revisiones técnicas, y responde a un patrón de fallos vinculado a al menos 18 muertes y 24 heridos en territorio francés en los últimos años.

“Esta decisión pretende enviar un mensaje claro y rotundo a los constructores”, aseguró el Ministerio, que también insta a los propietarios a revisar sus vehículos “lo antes posible”.

Un escándalo sin cerrar

Los airbags de la empresa japonesa Takata, cuya activación en determinadas condiciones puede causar explosiones violentas y proyectar fragmentos metálicos, han sido objeto de la mayor campaña de retirada de vehículos de la historia. El problema, identificado hace más de una década, ha dejado cientos de víctimas en todo el mundo y ha obligado a revisar más de 100 millones de vehículos de diversas marcas. Takata se declaró en quiebra en 2017 tras el colapso reputacional y judicial, y fue adquirida por la estadounidense Key Safety Systems, que asumió sus activos bajo un nuevo nombre.

La medida del Gobierno francés se produce además en un contexto de creciente presión sobre los fabricantes. En marzo pasado, la organización de consumidores UFC-Que Choisir demandó en los tribunales a BMW, Volkswagen, Mercedes-Benz y Toyota por seguir comercializando vehículos con componentes de Takata, a pesar de las alertas conocidas.

Aunque muchas marcas han llevado a cabo campañas de sustitución de los airbags, Transportes subraya que aún circulan numerosos vehículos con estos dispositivos sin revisar ni reemplazar, lo que representa un riesgo grave para la seguridad vial.

Una inmovilización sin precedentes

La orden de retirada afecta a vehículos de varias marcas y gamas, muchos de ellos vendidos hace más de una década. Aunque la lista completa de modelos todavía no ha sido publicada oficialmente, se espera que en los próximos días se actualicen los registros y se informe individualmente a los propietarios.

Las autoridades han habilitado una línea de consulta y recordaron que la revisión o sustitución del airbag es gratuita y debe ser realizada en los talleres autorizados por los fabricantes.