Toyota logró rentabilizar en el ejercicio fiscal de 2021 su mayor disponibilidad de chips. El fabricante japonés logró un beneficio neto de 2,85 billones de yenes (20.745 millones de euros) en el pasado ejercicio fiscal, lo que supone un 26,9 % interanual más, gracias al incremento de su facturación por un aumento de las ventas y al recorte de gastos.


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El beneficio operativo fue de 2,99 billones de yenes (21.764 millones de euros), un 36,3 % más que en el mismo periodo del ejercicio fiscal anterior, de abril a marzo. Los ingresos por ventas del gigante japonés crecieron en un 15,3 %, hasta los 31,37 billones de yenes (228.342 millones de euros), a pesar de las interrupciones de su producción relacionadas con la pandemia de la covid-19. Toyota reforzó su liderazgo mundial al vender 8,23 millones de vehículos el pasado ejercicio, un aumento del 7,6 % interanual que contrasta con los descensos de otros grupos automovilísticos más afectados por la escasez de microchips y los parones de fábricas que están provocando.

Mejoras en EEUU, Japón y China

Toyota señaló que estos resultados reflejan "el comienzo del repunte de la economía mundial" tras el impacto de la crisis sanitaria global y, en particular, una "demanda firme" de vehículos en Estados Unidos, China y Japón, sus principales mercados, según explicó en un comunicado.

El director financiero de Toyota, Kenta Kon, explicó en rueda de prensa que la empresa ha logrado mitigar el efecto negativo de estas dificultades "gracias a sus esfuerzos de reducción de costes y a mejoras en los procesos de mercadotecnia y distribución de vehículos" adaptados a cada mercado. Kon destacó, asimismo, que el encarecimiento de las materias primas a nivel global "no tiene precedentes" y está obligando a la compañía a reajustar sus planes de producción y a revisar sus cadenas de suministro.

Descenso en 2022

El director financiero también señaló que la empresa trata de reestructurar sus actividades "para no estar tan expuesta a los cambios de divisas", ante la tendencia bajista que viene registrando el yen frente a otras monedas y que está encareciendo los costes de producción para la industria nipona.

Para el ejercicio fiscal en curso, que se prolongará hasta finales de marzo de 2023, Toyota prevé un descenso de su beneficio neto del 20,7 %, hasta los 2,26 billones de yenes (16.443 millones de euros). Las estimaciones de la compañía apuntan a un descenso de su beneficio operativo del 19,9 %, a pesar del incremento previsto de las ventas del 5,2 %.