Al ver los resultados del barómetro Auto Mobility Trends se van encendiendo alarmas sucesivas pero también aparecen luces de esperanza para la automoción. Siempre es interesante conocer la verdad, por descarnada que sea, pero cuando esta procede directamente de las empresas y de cómo están reaccionando ante el 'shock' de la pandemia, es todavía más interesante. Ese es el valor del sondeo promovido por Coche Global e YGroup y presentado por la ministra de Industria, Reyes Maroto

La transformación que estaba en marcha en la automoción y la movilidad coincide ahora con los tiempos convulsos de la pandemia y la nueva normalidad en los que las empresas han tenido que recalcular su situación y adaptarse a la realidad cambiante. Ha sido como mirarse al espejo y hacer un autoanálisis antes de levantarse para seguir el camino.

Las opiniones y las respuestas de las empresas van por barrios, mercados y actividades, tal como reflejan las diferencias evidentes entre grandes y pequeñas empresas y entre fabricantes, proveedores de componentes y concesionarios. Aunque todos dependen de la reactivación del mercado, tanto español como europeo, las preocupaciones dependen de la capacidad de resistencia ante el fuerte impacto sufrido por un parón tan prolongado. 

Milagro sostenible

La aprobación del Plan Renove era una necesidad de Estado, según las respuestas de las empresas, que tienen la esperanza de que los incentivos reactiven el mercado. Pero ya nada es como era antes y los compradores de vehículos se mueven en unas aguas agitadas como nunca antes en las que los que pueden nadar tienen la tentación de quedarse en la orilla a la espera de que se amansen. 

En el terreno laboral, hay buenas y malas noticias. Por un lado, el estudio detecta que hay empresas que han prescindido de sus trabajadores temporales, lo que ha contribuido a la pérdida de empleos debido a la pandemia. Pero, gracias a los ERTE, las empresas mantienen su plantilla fija, que han sacado del barbecho a medida que la actividad volvía a despertar, hasta el punto de que algunas fábricas vuelven a contratar refuerzos.

La mayoría de las empresas de automoción estaban haciendo los deberes cuando llegó el coronavirus. La montaña que tenían que escalar era enorme antes de la pandemia pero después se ha convertido en una cima más empinada. ¿Cómo mantener las fuertes inversiones en nueva movilidad cuando hay que recortar gastos? La tarea requiere que todos nos pongamos manos a la obra, pero de verdad. Hay que evitar nuevos episodios como el del cierre de Nissan y de algunos proveedores y para eso las empresas, los sindicatos y las administraciones tendrán que colaborar y emplearse a fondo.    


Este artículo se ha publicado en la revista impresa con los resultados del barómetro Auto Mobility Trends, impulsado por Coche Global y YGroup. Pincha en este enlace para acceder a la publicación íntegra.