Resiliencia era una de las candidatas a palabra del año 2020 de la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE). Aunque la ganadora finalmente fue confinamiento, resiliencia sigue siendo la palabra y el reto en 2021 para el sector de la movilidad y la automoción, tal como refleja la segunda edición del Barómetro Auto Mobility Trends de Coche Global y Metyis.

Las empresas encuestadas han mostrado que quieren cumplir al pie de la letra la definición de la palabra resiliencia: pretenden demostrar su capacidad de adaptación y de recuperación ante una profunda perturbación como la pandemia de coronavirus.

Esa perturbación fue imprevista, súbita y traumática como demuestra el hecho de que el 54% de las compañías sufrieron recortes en su facturación en 2020 del 10% al 30%. La capacidad de resistencia ya se puso a prueba el año pasado durante el confinamiento y con posterioridad para salvaguardar lo máximo posible el negocio y la plantilla, incluso con la dificultad sobrevenida de la escasez de microchips. 

La resiliencia también es la palabra de 2021 por ser un eje del plan de reactivación de la economía con los fondos Next Generation EU. Una buena parte de las empresas quieren aprovechar esas ayudas extraordinarias para dar un impulso a la transformación hacia la nueva movilidad, el reto de fondo para todo el sector que ha reaparecido con más fuerza tras la fase más dura de la pandemia. 

Transformación desigual 

La respuesta a la pregunta sobre la participación en proyectos de Next Generation EU apunta también el problema de la desigualdad con la que afrontan las empresas su transformación hacia los nuevos negocios de la movilidad más sostenible. Las pequeñas empresas necesitarán más apoyo y, probablemente, seguir la estela de grandes compañías tractoras.

La excepción son las startups de servicios de nueva movilidad, que demuestran su dinamismo en las inversiones y en la entrada en negocios y actividades emergentes. El ímpetu de estas compañías puede ayudar también al resto del sector a la hora de afrontar los importantes cambios en la movilidad después de la recuperación de los desplazamientos tras las restricciones sufridas para frenar el virus.

La transición ecológica en la movilidad y la automoción se tiene que plantear como la construcción de un edificio, que comienza por unos cimientos sólidos y va escalando planta a planta con todo el equipo sincronizado. Por eso es importante que tanto las empresas como los sindicatos y las administraciones tengan claro hacia dónde hay que ir y a qué ritmo. Hay que tener en cuenta que el sector afronta la resiliencia en una situación de debilitamiento aunque con intensidades diferentes según los casos, lo que complica enormemente el esfuerzo necesario para dar el vuelco al modelo de negocio. A pesar de las dificultades, muchas empresas van más allá de la mera resistencia con inversiones proactivas.   

El control de la pandemia mediante la extensión de la vacuna, otra palabra fundamental, aportará oxígeno a la sociedad y a la recuperación económica, algo esencial para que los coches eléctricos planificados no se queden solo en proyectos y se acaben transformando en una realidad en calles, carreteras y fábricas.   


Este artículo ha sido publicado en la revista del Barómetro Auto Mobility Trends 2021 de Coche Global y Metyis, que se puede consultar de forma íntegra en este enlace.