La naviera francesa CMA CGM ha sido uno de los últimos gigantes del transporte marítimo en tirar la toalla y sacar sus buques del mar Rojo y del canal de Suez tras sufrir un ataque hutí. La compañía con sede en Marsella, que gestiona una buena parte de la logística del grupo Renault, se suma así a una larga lista de navieras que han asumido el sobrecoste y los retrasos de tener que desviar sus barcos por el cabo de Buena Esperanza. Es el último ejemplo de los desafíos para la cadena de valor que afronta la industria de automoción, que se une a los cambios profundos provocados por la transición hacia los vehículos eléctricos. 


Participa en Auto Mobility Trends (FLASH) entrando en este enlace


La profunda alteración de la 'ruta de la seda' marítima que conecta Asia con Europa en el contexto de descarbonización será el eje del encuentro convocado por Coche Global el miércoles 28 de febrero con el nuevo formato Auto Mobility Trends (FLASH), centrado en aspectos coyunturales que afectan el sector de la movilidad y el automóvil. Varias voces autorizadas del puerto de Barcelona, Seat, el Clúster de Automoción de Cataluña, Fecavem y la UPM aportarán información sobre el terreno de los efectos de la situación. Además, otros actores del sector participarán para dar una visión realista y proponer soluciones. 

Panel de participantes de Auto Mobility Trends (FLASH)

Tras la disrupción en la logística provocada por el parón de la economía durante la pandemia de 2020, los ataques de los hutíes de Yemen a los barcos que navegan por el mar Rojo se ha convertido en una nueva complicación o incluso una amenaza para la automoción y el conjunto de la economía que no tiene perspectivas de mejora a corto plazo. La zona ha entrado en una escalada militar con la respuesta de Estados Unidos, Reino Unido a los ataques hutíes y el envío de buques de guerra de otras potencias, incluida China. 

Los fletes se encarecen un 93%

Los efectos no son masivos por ahora, pero pueden intensificarse y durar meses. Alrededor del 90% del tráfico marítimo evita ya el mar Rojo, lo que ha provocado demoras en la llegada de mercancías y una fuerte subida del 93% del precio de los fletes de buques con origen o destino a Asia, según los datos del índice recopilado por Drewry. El coste de transportar un contenedor llega a 3.659 dólares frente a los 2.692 de media en los 10 años anteriores.

A la vista de las complicaciones del transporte marítimo, numerosas empresas han tenido que cancelar días de producción y recurrir a la alternativa de envíos de mercancías por avión para no interrumpir la cadena de suministro. El riesgo que provoca esta situación se extiende sobre la inflación justo cuando parecía que se encarrilaba en una senda bajo control. 

Seguro que tendremos una foto más completa y afinada con las aportaciones que se harán en Auto Mobility Trends (FLASH), con la que iniciamos la nueva etapa en el Grupo Mobilitas de Atrevia.