La china CATL, líder mundial en fabricación de baterías para vehículos eléctricos, ha confirmado su ambiciosa estrategia de internacionalización en plena guerra de precios en el mercado chino. Su plan pasa por reforzar su presencia global a través de nuevas plantas en Europa, incluidos proyectos en Alemania, Hungría y España, tras cerrar 2024 con un aumento del 15 % en su beneficio neto, hasta los 50.740 millones de yuanes (unos 7.010 millones de dólares o 6.470 millones de euros), a pesar de un descenso del 9,7 % en su facturación anual, que cayó hasta los 362.000 millones de yuanes.

Según informó la compañía en su informe anual a la Bolsa de Shenzhen, la caída de ingresos responde a una competencia feroz en China, donde la saturación del mercado y la debilidad del consumo han disparado los descuentos, comprometiendo la rentabilidad de todo el sector. Aun así, CATL consolidó su posición dominante en 2024: captó un 38 % de la cuota de mercado global (dos puntos más que en 2023) y un 44,45 % en el mercado chino, según datos de la China Automotive Battery Innovation Alliance (CABIA).

Visita a los terrenos de la planta de baterías de Stellantis y CATL en Zaragoza / X JORDI HEREU

Europa, la prioridad: España y Hungría en el foco

En este contexto de tensión competitiva, la internacionalización es la gran prioridad para CATL. Así lo ha expresado Ni Jun, director de manufactura de la firma, en una entrevista con Bloomberg: “Queremos hacer todo lo posible para mejorar la utilización de la producción y expandirnos globalmente. La demanda de baterías de alta calidad no deja de crecer con la transición energética”.

Entre sus proyectos estratégicos figura la planta de baterías en Debrecen (Hungría), que empezará a operar este año. Allí, CATL compartirá costes con las automotrices que empleen sus líneas de producción, entre ellas Mercedes-Benz y BMW. Esta fórmula más flexible responde a una adaptación a los estándares europeos, después de asumir que replicar el modelo chino (con terrenos subvencionados y menores costes laborales) no es viable en el continente.

La otra gran apuesta es la futura planta de baterías en Zaragoza, un proyecto conjunto con Stellantis valorado en 4.100 millones de euros, que estará operativa en 2028. Tendrá capacidad para producir un millón de baterías al año y dará empleo a unas 3.000 personas, reforzando el ecosistema industrial español vinculado al coche eléctrico.

Objetivo: salir a bolsa en Hong Kong

Para financiar este ambicioso proceso de expansión, CATL logró una inyección de cerca de 5.300 millones de dólares en su salida a bolsa. Parte de los fondos se destinarán precisamente a sus proyectos en Europa.

Sin embargo, no todo es favorable. CATL enfrenta crecientes riesgos geopolíticos y regulatorios, como los nuevos aranceles a productos chinos en EEUU y Europa y su inclusión en enero de 2025 en la lista de "Empresas Militares Chinas" del Pentágono, una designación que la empresa rechaza y busca revertir activamente.

Tesla, Volkswagen y NIO, entre sus principales clientes

A pesar de estas incertidumbres, CATL mantiene su fuerte posicionamiento con clientes clave a nivel mundial como Tesla, Volkswagen, Li Auto y NIO. Su liderazgo tecnológico y capacidad de producción en masa siguen siendo sus principales activos en una industria que se prepara para un cambio de era con la electrificación total del parque automovilístico.

“Estamos aprendiendo de nuestros errores, especialmente en Alemania, y aplicándolos en Hungría. Nuestras nuevas plantas serán mucho más competitivas”, aseguró Ni Jun. En plena transformación de la movilidad, CATL busca dejar atrás las tensiones del mercado chino para consolidarse como proveedor global de referencia en la nueva economía eléctrica.