Bosch encara 2025 con una previsión de estabilidad en sus operaciones en España, pese a la ralentización global y el freno en la producción automovilística registrado en 2024. La filial española del gigante alemán mantuvo su rumbo gracias al empuje de nuevas tecnologías y áreas estratégicas, y logró incluso incrementar su plantilla en unas 50 personas, hasta situarse en 7.900 empleados, según ha confirmado el presidente del Grupo Bosch para España y Portugal, Javier González Pareja.
Bosch España facturó un 1,4% menos en 2024, hasta 2.488 millones. El directivo ha explicado que el descenso del pasado ejercicio se debió a la “inestabilidad global de los mercados”, aunque ha reivindicado que la compañía en España ha sabido mantenerse “fiel a la hoja de ruta” de su estrategia 2030, centrada en consolidar su competitividad en áreas clave como el hidrógeno, la movilidad inteligente o el software.
España, fuera de los recortes globales
Mientras Bosch Alemania ha anunciado un recorte de 5.500 empleos en su división de movilidad —principalmente en software y plantas alemanas— como parte de un plan de ajuste a medio plazo, la filial española se mantiene al margen de estos despidos. España no cuenta con operaciones relevantes en las áreas afectadas, lo que permite al grupo mantener su actividad sin impacto sobre el empleo local.
“España es uno de los países más importantes para Bosch desde el punto de vista estratégico”, ha subrayado González Pareja, quien ha destacado el papel de las plantas de Madrid y Aranjuez, y los centros tecnológicos y de servicios en Barcelona, Vigo y Madrid, donde se impulsan proyectos relacionados con la economía del hidrógeno y los vehículos definidos por software.
Sin embargo, la empresa BSH, centrada en la producción de electrodomésticos y participada por Bosch y Siemens, anunció el cierre de la planta navarra de Esquiroz en junio, lo que puede suponer el despido de más de 600 empleados. BSH argumenta la pérdida de competitividad.
Motor de crecimiento: movilidad, IA y software
En un entorno de producción automovilística a la baja, Bosch logró ligeros crecimientos en ventas en su área de movilidad, incluyendo una ganancia de cuota de mercado en la división Mobility Aftermarket, especialmente en productos como frenos, escobillas, bujías, diagnosis y servicios digitales. Esto supone el tercer año consecutivo en el que Bosch crece por encima del mercado en este segmento.
Además, todos los productos fabricados o diseñados por Bosch en España en 2024 incorporan o se han desarrollado con ayuda de inteligencia artificial, tecnología que también se aplica ya en procesos industriales como el mantenimiento predictivo y el análisis de datos en sus plantas.
El grupo también avanza en proyectos de hidrógeno, con soluciones de compresión para hidrogeneras, pilas de combustible móviles, calderas residenciales e industriales, e incluso placas de cocina alimentadas 100% por hidrógeno. En el terreno del software, Bosch trabaja con los fabricantes de automóviles en el despliegue de los sistemas definidos por software (SDV), que permitirán actualizaciones remotas de seguridad y funciones de conducción avanzada.
Inversión y perspectivas
En 2024, Bosch invirtió 50 millones de euros en España para impulsar su innovación tecnológica y adaptar su producción a las nuevas exigencias del mercado. De cara a 2025, la compañía mantiene la cautela ante la volatilidad comercial global y el posible impacto de nuevos aranceles o conflictos geopolíticos, pero confía en un desarrollo estable de sus ventas y en la consolidación de sus áreas estratégicas.
La matriz alemana, por su parte, ha revisado a la baja sus objetivos económicos para este año debido al estancamiento en sectores clave como la automoción y la ingeniería mecánica, lo que evidencia un entorno aún incierto para la industria europea.