La patronal española de fabricantes de vehículos (Anfac) ha presentado su memoria anual, en la que se ven algunos avances y asignaturas pendientes para el sector. En el contexto actual, la automoción española necesita estabilidad política y un Parlamento operativo para garantizar su futuro industrial.

“En la elaboración del plan estratégico hemos visto un apoyo transversal de todas las fuerzas políticas, no hay ningún conflicto. Pero necesitamos un Parlamento que funcione, que saque normas y que nos permita avanzar”, advirtió José López-Tafall, director general de Anfac, durante la presentación, en  relación a las consecuencias del actual clima de tensión política y de un posible adelanto electoral.

De momento, la bronca política ya ha provocado un relevo forzado en el Gobierno con la marcha y sustitución de la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, fichada por Pedro Sánchez para poner orden en el PSOE como secretaria de Organización. Torró era uno de los principales interlocutores directos de la automoción con el Ejecutivo. Su puesto ha sido cubierto con rapidez con el ascenso de Jordi García Brustenga, hasta ahora responsable de Estrategia Industrial y Pyme.  

Impacto de la política en la automoción

"Hemos trabajado muy bien con la secretaria de Industria (Rebeca Torró), que nos ha ayudado mucho. Lo importante es tener interlocución y que se nos escuche y se nos atienda", ha asegurado el directivo de Anfac.

Pese a ese "consenso" político, la tensión entre los bloques a favor y en contra del Gobierno provocó que no saliera adelante una proposición no de ley del PP con medidas consensuadas con el sector del automóvil. 

Los fabricantes de vehículos en España duplicaron sus resultados en 2025, superando los 2.000 millones de euros, aunque López-Tafall recordó que los datos generales de las matrices son preocupantes por el ajuste de resultados en un contexto internacional difícil.

En ese contexto, subrayó la importancia de no perder centros de producción y de recuperar proyectos industriales como el de Ebro en Barcelona, claves para mantener la posición estratégica de España en la automoción europea.

Mejoras y retos pendientes

La patronal destacó la evolución positiva del mercado español en 2025, tras recuperar el millón de turismos vendidos, pero alertó sobre la caída de los principales mercados europeos, destino de gran parte de las exportaciones de vehículos fabricados en España.

En materia de electrificación, López-Tafall valoró la recuperación de la demanda gracias a la reactivación del Moves, con 151 modelos eléctricos puros y 126 híbridos enchufables disponibles, frente a los apenas 47 en total de 2018. Sin embargo, España sigue rezagada respecto a Europa: solo el 16,8 % de las ventas son electrificadas, frente al 23,6 % de media europea. “El ritmo de mercado no es suficiente para llegar a los objetivos de 2035, cuando se exigirá que todos los coches nuevos sean cero emisiones”, señaló.

El director general de Anfac insistió en la necesidad de reforzar la autonomía estratégica del país, con más capacidad para fabricar baterías y componentes críticos, y mostró su preocupación por el agotamiento de los fondos del Moves en algunas comunidades autónomas. “Creemos que el reparto basado solo en población no es el más adecuado, porque depende más del mercado”, añadió.

Sobre la competencia china, López-Tafall destacó que la entrada de nuevas marcas no debe destruir mercado, sino crearlo: “La mejor manera de tener una fábrica en España es empezar vendiendo para conocer el país”.