El Salón del Automóvill de Frankfurt ya es historia. Los organizadores han decidido poner fin a 70 años de celebración del principal evento de la industria de automoción de Alemania y cambiar su ubicación a Múnich. La decisión se produce después de numerosas críticas al salón por parte de grupos ecologistas y del alcalde de Frankfurt.

El Salón de Frankfurt celebró su edición final en septiembre de 2019. Meses después de esa turbulenta edición, la Asociación de la Industria de Automoción de Alemania (VDA, en sus siglas en alemán) inició la búsqueda de un emplazamiento alternativo y más acogedor.

Múnich ha conseguido el nuevo contrato del Salón Internacional del Automóvil (IAA) imponiéndose a otras ciudades que competían en la pugna por albergar el evento, entre las que se encontraban Berlín y Hamburgo. “Múnich ha prevalecido sobre Berlín y Hamburgo. Las tres ciudades que fueron preseleccionadas como sede y han presentado planes muy ambiciosos y convincentes para desarrollar aún más el IAA junto con VDA", indicó la presidenta de VDA, Hildegard Müller

Múnich, la ciudad de BMW y Audi

Entre los factores que han decantado la balanza a favor de Múnich se encuentra su apuesta por la movilidad sostenible y, especialmente, el hecho de que BMW y Audi tengan su sede en el Estado de Baviera, uno de los más potentes en la industria de automoción alemana.

En el comunicado en el que VDA anuncia el cambio de ubicación y la muerte definitiva del Salón de Frankfurt no se incluye ni una sola palabra de agradecimiento por cortesía a la ciudad que ha sido referente del sector del automóvil en Alemania y en Europa junto con Ginebra y París.El Salón de Frankfurt tenía lugar cada dos años y se alternaba con el de París en una entente histórica entre los fabricantes alemanes y los franceses.

Bronca con el alcalde de Frankfurt

En la edición de 2019, que fue la última, el alcalde Frankfurt se enfrentó a los organizadores al considerar que la ciudad no necesitaba vender más coches, sino fomentar la movilidad sostenible y sin emisiones. Peter Feldmann, alcalde de Frankfurt del Partido Socialdemócrata (SPD), sufrió el veto de la organización y se quedó sin pronunciar su discurso en la inauguración. Pero no se calló  y publicó en Facebook el discurso que tenía previsto leer ante la cancillera, Angela Merkel, y los dirigentes de la industria de automoción. "Quiero ser honesto, Frankfurt necesita más autobuses y trenes, no más SUV", aseguró.

"Necesitamos una industria automotriz que cumpla con la ley. Que demuestre que la innovación alemana no trata de eludir los requisitos legales, sino más bien desarrollar los productos más ecológicos y sostenibles", indicó el alcalde en su polémica réplica al Salón del Automóvil de Frankfurt.