Unas 24 familias de motores de combustión de vehículos europeos fabricados desde 2014 son compatibles con el e-fuel avanzado sin que haga falta realizar ninguna modificación en su sistema de propulsión, lo que representa a unos 28 millones de coches en circulación. Las pruebas de Stellantis y la petrolera saudí Aramco apuntan a un potencial de reducción de las emisiones de CO2 del 70% mediante los e-fuels.

La investigación conjunta de las dos compañías ha utilizado e-fuels bajos en carbono proporcionados por Aramco como alternativas de la gasolina y el gasóleo. El e-fuel bajo en carbono es un combustible sintético que tiene el potencial de reducir las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de combustión interna en un 70% durante su ciclo de vida.

Stellantis ha mostrado su apoyo al uso de e-fuels bajos en carbono, con el que asegura que se podrían reducir hasta 400 millones de toneles de dióxido de carbono (CO2) en Europa entre 2025 y 2050 si se usan en hasta 28 millones de coches de la compañía.

La alternativa de los 'e-fuels'

"Los e-fuels directos pueden tener un impacto masivo y casi inmediato en la reducción de las emisiones de CO2 de la flota de vehículos existente, ofreciendo a nuestros clientes una opción fácil y económicamente eficiente para reducir su huella de carbono", ha explicado el director de ingeniería y tecnología de Stellantis, Ned Curic.

"Los resultados de las pruebas refuerzan nuestra opinión de que el combustible sintético puede ser una solución inmediata en los vehículos existentes y, cuando se produce a través de una vía baja en carbono, puede desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones de carbono en el sector del transporte", ha destacado el jefe de transporte de Aramco, Amer Amer.

La Comisión Europea abrió la puerta a los e-fuels como alternativa a los coches eléctricos para lograr la neutralidad en las emisiones de CO2 en la normativa que prevé la prohibición de la venta de vehículos de combustión desde 2035.