A cualquier persona que se le pregunte sobre la calidad del aire y el cambio climático y sus causas, lo primero que se le ocurrirá es señalar al automóvil como el gran culpable. Sin embargo, el Covid-19 con sus confinamientos ha aportado algunas evidencias de las que parece que no se quiere hablar por ser políticamente incorrecto.

Y es que, pese a que la pandemia ha supuesto la inactividad industrial, la reducción de la comercial al mínimo y la casi total reducción de tráfico, las cifras que sustentan el cambio climático (calentamiento global) han seguido creciendo. No se trata de ser negacionista, porque está claro que debemos esforzarnos en cuidar nuestro planeta, pero ¿no puede ser que nos estemos equivocando en señalar al automóvil como el gran culpable, imponiéndole una transición tecnológica para la que ni su sector industrial, ni la sociedad, están preparados?

Por utilizar datos españoles, con disminuciones del 75% en el tráfico en la M30 en Madrid, y del 77% en la Ronda en Barcelona, la caída de las emisiones de NO2 en ambas ciudades durante el estado de alarma (marzo-junio 2020) fue del 56%, lo que puede indicar que no todo lo que se le atribuye al automóvil es del automóvil. 

Los culpables de la contaminación

Por otro lado, en la UE, con una reducción media del tráfico de vehículos por carretera del 70% entre marzo y junio de 2020 y de una progresiva recuperación hasta el 80% entre septiembre y noviembre, las emisiones de CO2 se incrementaron un 17%. Parece que no es el automóvil (con motor de combustión interna) el único culpable. 

Un detalle más: el último episodio por contaminación en Madrid tuvo lugar después de ocho días en los que la media del tráfico apenas llegó al 35% de lo habitual como consecuencia de la tormenta Filomena. Sin embargo, las emisiones de NOx se dispararon lo mismo que los índices de partículas, carbonillas y demás.

¿No será que las principales responsables de esa contaminación en esos días en Madrid fueron las calefacciones, de las que, según parece, más del 30% de las mismas son todavía de carbón? No se puede pedir a la gente que cuando hace frío no encienda su calefacción, pero que la única actuación fuera limitar la velocidad de los pocos coches que rodaban por la M30 a 70 kilómetros por hora, resulta un poco difícil de digerir.


Este artículo ha sido publicado en la revista del Barómetro Auto Mobility Trends 2021 de Coche Global y Metyis, que se puede consultar de forma íntegra en este enlace.